Harry Potter: Hogwarts Mystery: estudiar siempre cuesta dinero
Hace unos días llegó a las stores de Android e iOS una nueva aventura basada en el universo de Harry Potter. Desarrollado por Jam City, Hogwarts Mystery toma como escenario […]
Una perspectiva personal sobre los videojuegos
Hace unos días llegó a las stores de Android e iOS una nueva aventura basada en el universo de Harry Potter. Desarrollado por Jam City, Hogwarts Mystery toma como escenario […]
Hace unos días llegó a las stores de Android e iOS una nueva aventura basada en el universo de Harry Potter. Desarrollado por Jam City, Hogwarts Mystery toma como escenario principal el escuela de magia más famosa del mundo en el año en que Voldemort es derrotado por primera vez. El jugador empieza su primer año en Hogwarts, pero lejos de ser un curso de aprendizaje y descubrimiento, está marcado por las artes tenebrosas y el desprecio.
El protagonista, sea cual sea su nombre, apellido, o la casa a la que pertenezca (el juego te deja elegir tu preferida) tiene un hermano mayor que ha sido una deshonra para la familia y para Hogwarts. Fue expulsado después de poner en peligro a la escuela y a sus alumnos en la búsqueda inútil de unas misteriosas «Bóvedas Malditas», para después desaparecer misteriosamente. Todo el misticismo y el shock que rodea a Jacob hace que el jugador se vea sometido a la presión de los prejuicios y el desprecio de otros alumnos y profesores, especialmente Severus Snape y otra alumna de primer año, Mérula Synde, lo que le llevará a investigar la desaparición de su hermano y la verdad detrás de las bóvedas.
La historia está estructurada por capítulos, que se irán desbloqueando según los completemos (obviamente) y asistamos a clases para aprender hechizos y pociones, pues no debemos olvidar que somos alumnos de primer año y descubrir la verdad sobre un misterio de este calibre no se puede conseguir si todo lo que sabemos hacer es tirar chispas con la varita. Encantamientos con Flitwick, vuelo con la Señora Hooch o Pociones con Snape son las principales del primer año, y todas están basadas en el mismo planteamiento: tenemos un límite de tiempo para cumplir los objetivos de la clase, es decir, conseguir las estrellas mínimas para aprobar. Éstas se obtienen mediante la interacción con algunos elementos o personajes de la clase, pulsando sobre ellas el número de veces indicado, a cambio de un punto de energía por cada vez. Además, también se nos pedirá recorrer el dibujo del hechizo en cuestión con el dedo o tocar la pantalla en el momento justo para concentrarnos. Son clases más elaboradas que en los juegos de PC de Harry Potter, en el que el aprendizaje del encantamiento era sólo una fracción del desafío, aunque sí echo de menos que los dibujos no sean los mismos, o que el primer hechizo aprendido sea Lumos y no Flipendo.
También aprenderemos abatirnos en duelo, que tiene su propia mecánica basada en el sistema de piedra-papel-tijera, además de desarrollar amistades con algunos alumnos de Hogwarts que no tienen tanto prejuicio con la fama de nuestra familia. Un elemento que nos permite obtener mejores resultados en todas las actividades son los rasgos de Valentía, Conocimiento y Empatía. Dependiendo del nivel en que los tengamos podremos conseguir acceso a diferentes líneas de diálogo (por ejemplo, durante una discusión con Mérula o mientras intentamos tranquilizar a nuestra amiga Rowan) o bien obtener bonus durante las clases, lo que nos ayudará a conseguir las estrellas de manera más fácil.
Cuando te centras en las mecánicas y la historia que te cuenta el juego, Hogwarts Mystery me resulta una aventura muy buena y entretenida dentro del universo Harry Potter. Siempre había querido un videojuego que me permitiese asistir a Hogwarts y que estuviese alejado de la trama de «el niño que sobrevivió». Aunque mi idea era, quizá, más un Sims Hogwarts, de momento este juego para smartphones me vale. O me valdría, si no fuera por la manera en que el deseo de sacar dinero a toda costa se carga las mecánicas.
Obviamente no voy a pedir que me lo den todo regalado, hacer un videojuego cuesta tiempo y dinero, y las personas en el equipo de desarrollo deben recibir su sueldo. El problema es la manera en la que están introducidos los micropagos, al ser Hogwarts Mystery un free to play. Antes os he hablado de cómo debemos conseguir estrellas en un tiempo determinado para poder superar las clases. Para hacer debemos utilizar los 30 puntos de energía que tenemos, gastándose 1 con cada interacción que realizamos en la clase. Pero, y esto es lo importante, no todas las tareas de la clase te rellenan la barra de la misma forma: algunas necesitan 1 punto, mientras que otras 5, y hasta que no la completes no hay estrellas que valgan. Me ha pasado en demasiadas ocasiones ya que me he quedado a medias de una de estas tareas por falta de puntos de energía y diréis «no pasa nada, un poco de paciencia, como con Los Sims Móvil». Sí, procuro tener paciencia y esperar a que la barra se rellene un poco para seguir, pero cada punto requiere 4 minutos de espera, y mi tiempo es muy valioso como para quedarme con cara de tonta mirando la pantalla sin poder hacer nada. ¿Qué significa esto? Que si quiero la barra llena necesito esperar 2 horas, y en demasiadas ocasiones esto te pone en riesgo de no completar el desafío. Sin ir más lejos, la clase de encantamientos para aprender Nox la tuve que hacer tres veces (por esto y porque no me guardaba el progreso cuando salía de la partida para esperar a que se recargase la energía). El juego nos permite, por supuesto, utilizar un camino más rápido y llenar la energía de golpe, pero para ello necesitas diamantes rosas, que sólo se dan como recompensas y en la cantidad justa o bien se pueden comprar con dinero real. Además, también hay algunos objetos en los pasillos de la escuela que te proporcionan algunos puntos de energía, pero para encontrarlos es necesario no estar en un desafío, por lo que sólo sirve cuando ya los hemos terminado.
La manera en que la energía y el tiempo fundamentan la partida está completamente orientado a hacerte pagar. Incluso si quieres comenzar el siguiente capítulo tienes que esperar cierto número de horas o gastar diamantes rosas. Y aquí no puedo evitar pensar en el juego de Los Sims Móvil, al que llevo jugando desde hace más de un mes. Como os conté en su análisis, este juego también se fundamenta en el tiempo y la energía. Cada actividad necesita unas horas para completarse (entre 1 y 8, en general) y tenemos una barra de energía para poder realizar actividades. La diferencia con el juego Hogwarts Mystery es que la energía que gastamos contribuye a acelerar la finalización de la tarea, pero si preferimos, simplemente, ponerla en marcha y cerrar el juego, cuando se completa el tiempo se termina y ya está, no ocurre nada incluso si no vuelves en semanas. Si, por lo que sea, quieres terminar la tarea por ti mismo y has gastado la energía, Los Sims Móvil te ofrecen diversas vías para hacerlo: satisfacer necesidades como dormir o ducharse (cuanto mejor sea el mobiliario, más energía se recarga con un uso), utilizar un pastelito (que se obtienen en los retos diarios) o pagar. Y en ningún momento me he sentido presionada para gastarme dinero.
Esto no ocurre en Harry Potter: Hogwarts Mystery, en el que veo cómo mis ganas de jugar son interrumpidas constantemente por un motivo u otro. Y es una pena, porque la historia es interesante y se ve que está planteado para desarrollarse a lo largo de los diversos años de estudio en Hogwarts. Según las noticias es el juego de más éxito en iPhone, pero habrá que ver cuánto tiempo duran los jugadores «peleando» con sus mecánicas.
Ya comentaste que este juego tenía un problema con los micropagos, y para mi es de un nivel deseperante, a nivel instalarlo, jugar 3 dias y desinstalarlo, se me hizo insufrible, además, soy mas consolero que de móvil!
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Por cabezonería sigo jugando, pero créeme que a mí también me han dado ganas de desinstalarlo. Lo de la plataforma me a un poco igual, cada una tiene su momento o situación ^^
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