El juego que me marcó: The Dig

Cuando era pequeña mis juegos predilectos en PC eran las aventuras gráficas. Me encantaban y además tenía bastantes: Loom, The Secret of Monkey Island, LeChuck’s Revenge, Sam & Max, El día del tentáculo, Full Throttel… y The Dig. Sé que todas las que he mencionado son de LucasArts, pero es que cogí mucha manía a las de Sierra: odiaba con toda mi alma Space Quest (V) y King Quest (V y VI). Supongo que no terminaba de entenderlas, en cambio, con las de LucasArts, disfrutaba de las aventuras que presentaban y de su tono tan divertido.

The Dig Intro

Desde siempre he sentido fascinación por lo que hay más allá de este planeta, por eso me aficioné en seguida a Star Wars, por eso Mass Effect me ha marcado tanto, por eso The Dig tiene un lugar especial entre todos los títulos a los que he jugado. Es curioso porque, cuando empecé con esta aventura, no es que supiera leer muy bien, ni siquiera sabía pronunciar correctamente la palabra «cadáver», y todos sabemos que para avanzar bien en historias de este tipo hay que estar al tanto de todo lo que se dice. Pero me empeñé en jugar, y eso hice, a pesar de que no se parecía en nada a las demás, contrastando mucho con ellas por su construcción, sus diálogos, su ambientación… A pesar de ello, el tono general sienta como un guante a esta aventura de Sean Clark y Brian Moriarty, y le ayuda a crear esa atmósfera tan característica.

The Dig fue planteado originalmente como un episodio de Cuentos Asombrosos, una serie de televisión de la NBC realizada por Steven Spielberg entre 1985 y 1987, y también como película, pero el señor George Lucas decidió que era un proyecto demasiado caro y lo dejó en un solo videojuego que, por desgracia, la crítica nunca ha valorado como se merece. Así se convirtió en uno de los grandes olvidados, junto con Loom -como conté en Game It con motivo de su 25 aniversario-. Es una pena que no se llegase a hacer todo lo que se tenía planeado, pero al menos los jugadores pudimos disfrutar -aquellos que le dimos la oportunidad- de una gran aventura gráfica en casi todos los aspectos.

En esta aventura gráfica controlamos a Boston Low, un militar y piloto espacial ya retirado que volverá a su trabajo para embarcarse en una misión crítica: destruir el asteroide que va directo a colisionar con la Tierra. Para ello, estará acompañado del científico Ludger Brink y la periodista Maggie Robbins -sí, una periodista, a lo mejor un día de estos me voy yo también al espacio-. Pero lo que parece un Armageddon cualquiera se convierte en una lucha por la supervivencia en un planeta desconocido, al convertirse el meteorito, sorprendentemente, en un transporte.

The Dig

Una de las cosas que mejor transmitía The Dig era la sensación de soledad. Tus compañeros se separan de ti al poco de llegar a ese mundo, y te quedas solo explorando las enormes galerías y los desiertos paisajes -diseños preciosos, por cierto, realizados a mano- . El misterio de por qué has terminado allí junto con la ausencia de vida inteligente a pesar de la tecnología avanzada existente cala en ti a la vez que te hace sentir ese vacío, esa pequeñez ante el universo. Y todo ello se eleva a otro nivel gracias a la maravillosa banda sonora compuesta por Peter McConnell, que ambienta de manera magnífica el juego y que aún permanece en mi memoria, a pesar de los años que han pasado desde la última vez que jugué.

Para avanzar en la historia teníamos que superar una serie de puzles, como en cualquier aventura gráfica -y más si es Point & Click como esta- pero no eran especialmente complicados, aunque algunos sí exigían algo de atención -como el de la tortuga, ¡la de veces que tuve que cambiar la disposición de los huesos!-. Pero los puzles eran algo secundario una vez comenzabas a sumergirte en la trama. Aunque a primera vista la historia principal sea la supervivencia en este mundo tan solitario y el regreso a la Tierra, The Dig, en realidad, hace una reflexión sobre la vida y la muerte. Todo el juego se basa en ello. Nuestro primer contacto con este tema es al descubrir unos misteriosos cristales con la capacidad de resucitar a los muertos. A partir de entonces nuestra verdadera labor es descubrir el secreto tras la creación, sus consecuencias físicas sí, pero también morales: ¿hasta qué punto podemos alterar las leyes de la naturaleza sin provocar una catástrofe? ¿Hasta qué punto podemos creernos dios?

The Dig trata estos temas en un universo Point & Click y lo hace de tal manera que se ganó mi respeto y mi recuerdo. Para mí, es una aventura gráfica que merece mucha más atención de la que se le prestó en su momento. Sé que ahora está disponible en Steam, aunque no sé si es la versión clásica o una remasterización -he visto imágenes con nuevos diseños y, para mí, como jugadora del original, no me hace especial ilusión-, pero sea cual sea, merece la pena.

8 comentarios en “El juego que me marcó: The Dig

  1. ¡Gran artículo! Y muy buena reivindicación. «The Dig» es casi un eco de una lejana era en la que las aventuras gráficas eran el «no va más» xD. Una época maravillosa, donde, como bien dices, nos contaban todo tipo de historias mágicas que perdurarían en toda una generación.

    Totalmente de acuerdo cin tus pensamientos sobre el juego. La atmósfera y la sensación tan especial que trasmite es, casi literalmente, una abstracción del mundo real mientras estamis ante la pantalla.

    Como has mencionado, nunca se le valorará lo suficiente (incluso metería en este saco a Grim Fandango también). Pero, ya sabes, la fama no va reñida con la calidad, y las modas y maniobras publicitarias marcan, por desgracia, el camino para mucha gente. Nunca es tarde para descubrir esta grandiosa maravilla. Menos mal que siempre habrá gente que se acuerde de estas joyas de la historia del videojuego.

    Que grande era LucasArts ;-). También soy un gran seguidor de la compañía (durante años solo jugaba a sus juegos cuando la conocí xD).

    ¡Un saludo!

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    1. ¡Muchas gracias! Creo que Grim Fandango tiene una gran oportunidad de ser concocido por mucha más gente gracias a la versión remasterizada, una oportundiad que The Dig, por desgracia, no tiene ni parece que vaya a tener.

      No conozco a mucha gente que haya jugado a The Dig, pero todos los que lo han hecho están encantados con él, como tú y como yo.

      ¡Muchas gracias por comentar!

      ¡Un saludo!

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  2. The Dig fue uno de los más grandes (e incomprendidos) juegos de LucasArts. Al igual que a ti, me encantaban sus aventuras. Las prefería por encima de las de Sierra. Ahora leeré lo que escribiste de Loom, pues es otro de esos juegos entrañables y grandiosos de una época donde se contaban historias a través de los videojuegos. Genial haber encontrado tu blog. Te sigo en twitter (soy @darkavenger0000). Por cierto, en mi blog, hice un top de videojuegos influyentes. Es algo totalmente personal, basado en mi experiencia con los juegos. Acá te dejo la dirección: http://darkmatterrd.blogspot.com/2015/06/videojuegos-influyentes.html

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    1. Acabo de ver el top y, en general, muy de acuerdo. Me pasaré por tu blog con asiduidad. ¡Espero que te guste el artículo de Loom! Es una pena que tanto esa como The Dig no se valoraran en su momento como se merecían

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  3. Pues no lo conocía. Yo solo jugué a los Monkey Islands, y el loom lo conozco porque lo veíamos mientras jugaba la hermana de un amigo mio, es de un mago que hacía música o algo asi no? jejeje
    Me encanta como redactas, gracias por el artículo Paz

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    1. Bueno, aunque me duele un poco que no conocieras el juego -como mucha gente en twitter- al menos ya sabes cual es… ya solo tienes que probarlo :P

      Loom va de eso sí, de hecho, escribí un artículo hace poco en Game It conmemorando su 25 aniversario. ¡Tienes el enlace en el tercer párrafo por si te apetece leerlo!

      ¡Ains gracias! Me alegro de que te guste

      ¡Y gracias a ti por pasarte y comentar!

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