Uncharted: El legado perdido o el relevo de Drake
En mayo de 2016 nos despedimos de Nathan Drake en Uncharted 4: El desenlace del ladrón y unos meses después Naughty Dog anunció Lost Legacy, una historia independiente en la que […]
Una perspectiva personal sobre los videojuegos
En mayo de 2016 nos despedimos de Nathan Drake en Uncharted 4: El desenlace del ladrón y unos meses después Naughty Dog anunció Lost Legacy, una historia independiente en la que […]
En mayo de 2016 nos despedimos de Nathan Drake en Uncharted 4: El desenlace del ladrón y unos meses después Naughty Dog anunció Lost Legacy, una historia independiente en la que cobrarían protagonismo dos personajes secundarios de las aventuras del ya no tan joven cazatesoros: Chloe Frazer y Nadine Ross.
El Legado Perdido es una historia de entre 8 y 10 horas que tiene lugar en la India, pero no nos confundamos, no es una expansión, es un juego completamente independiente hasta el punto que no necesitas tener Uncharted 4 para poder disfrutarlo, aunque quizá sí conocer la saga para entender algunas referencias, pero eso ya es otra historia. Y por supuesto, la estructura es similar: un tirano que se quiere hacer con un tesoro perdido, una carrera contrarreloj para encontrarlo y explosiones y ruinas que se rompen en el peor momento. Bueno, y un adorable elefante como novedad. Apuesta, además, bastante por el sigilo si tenemos en cuenta que Chloe es más vulnerable a los ataques físicos (o al menos me ha dado esa sensación) y además cuenta con la habilidad de abrir cerraduras. Pero no con un botón, sino con un minijuego con los sticks, una mecánica para mi gusto pesada que rompe con el ritmo del juego, pero que ofrece un plus de desafío en determinadas ocasiones.
Teniendo en cuenta que se hizo durante el año siguiente al lanzamiento de este juego, es lógico y normal ver elementos de diseño característicos, desde detalles como la manera en que el barro impregna el todoterreno hasta los gestos y movimientos de los personajes a la hora de andar y escalar. Quizá se podría echar de menos que Nadine y Chloe tuvieran un poco más de personalidad en estos aspectos, pero obviamente no es algo que afecte, en ningún caso, al disfrute del juego.
Pero lo más destacado de este juego no es su diseño o sus puzles (que, por cierto, están bastante bien), sino la relación entre Chloe y Nadine, ambas con un pasado con Nathan Drake, aunque de distinta naturaleza y que sienten mutua desconfianza la una de la otra. Son sólo las circunstancias las que las obligan a trabajar juntas, no un verdadero deseo de encontrar en equipo un tesoro perdido. La personalidad bromista e informal de Chloe choca con la seriedad y profesionalidad de Nadine, siempre pendiente del entorno y de los peligros que pueda ocultar.
A lo largo del juego las vemos superar esa desconfianza para tener la certeza de que ambas se cubren las espaldas, conocemos más de su pasado con las pequeñas conversaciones que durante los trayectos en todoterreno. Es, claramente, una de las cosas que más me ha gustado del juego: Nadine deja de ser ese «enemigo» que conocimos en Uncharted 4 y, por supuesto, Chloe se aleja de la etiqueta de ligue y ex de Nathan Drake, ambas para relucir su propia personalidad, historia y motivaciones. No me gusta tanto la aparición de Sam Drake, que las pocas veces que sale aporta poco o nada, pero es, argumentalmente, el desencadenante de esta aventura, así que hay que dejarlo pasar.
Por último me gustaría hablar del modo foto que incluye, que ha sido mejorado respecto al que presentó Uncharted 4: El desenlace del ladrón. Entre otras muchas cosas, ahora permite cambiar la posición e inclinación del sol lo que, bien utilizado, causa efectos luminosos interesantes. Pero también cambiar la expresión facial de Chloe, pero creo que ha sido una oportunidad perdida por el simple hecho de querer incluir caras «graciosas»: podemos hacer que nuestra protagonista ponga morritos, sonría de dos maneras distintas o ponga una cara de sorpresa bastante cómica, pero no tenemos ninguna que muestra rabia o seriedad, que serían ideales para captar momentos con enemigos. Al igual que a Horizon: Zero Dawn le faltaba la posibilidad de hacer que Aloy sonría, a este le falta todo lo contrario, y es una pena.
Uncharted: El legado perdido es una buena manera de dar un último gusto a los seguidores de la saga. Con él hemos visto el desarrollo de personajes muy interesantes que se quedaron en el camino y abriéndose a nuevas alternativas. Aunque Naughty Dog haya anunciado que no va a continuar la historia, la sensación que este juego deja es que no, el final no ha llegado. «Cada final es un nuevo comienzo».
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