Desde muy pequeña he sido fan de Star Wars. Me veía las pelis todas las semanas, jugaba a todos los juegos que tenía -de SNES y de PC-, y coleccionaba LEGO de esta saga. Es un amor que no hay cambiado con el tiempo, ni se incrementa ni disminuye, pero si encuentro nuevas formas de vivirlo, por decirlo de alguna forma.

Cuando tenía 13 años fui con mis padres a casa de unos amigos. Uno de sus hijos también era fan de Star Wars, y me dejó tres libros del universo expandido -aunque yo todavía no lo conocía por ese nombre- que llevo intentando conseguir desde entonces: La tregua de Bakura, Heredero del imperio y El Resurgir de la fuerza oscura. Me quedé con la intriga durante muchos años de saber cómo terminaba la trilogía de la Nueva República de Timothy Zhan, de hecho, hace solo unos meses que por fin conseguí leerme La última orden, pero aunque mi conocimiento de la historia fuera incompleto, descubrí un personaje que me encantaba: Mara Jade.

Es curioso, me había pasado años jugando a Dark Forces, a Jedi Knight Dark Forces II y a su expansión Mysteries of the Sith y nunca me había fijado en quién protagonizaba este último título. Salía incluso en la portada: Mara Jade con su sable láser morado. Pero no mi fijé hasta unos cuantos años después, que retomé el juego. Desde que conocí a la Mano del Emperador he cotilleado por donde he podido para conocer su historia, especialmente cuando no podía leerme ningún libro del universo expandido… cuando vi que Kotobukiya iba a sacar una figura de ella supe que antes o después me haría con ella.

Por fin la tengo y, aunque las curvas son un poco exageradas -diseño clásico de las figuras Bishoujo de Kotobukiya-, es un figura preciosa, muy bien hecha y con muchos accesorios. No tenéis más que ver el vídeo para comprobarlo.