Videojuegos y la [in]corrección política
Las últimas semanas han sido, en el sector de los videojuegos, una nueva rueda de polémicas por el lanzamiento de Kingdom Come: Deliverance, al no tener diversidad racial y presentar a las mujeres como una recompensa para el jugador (acostarse con una mujer en la casa de baños sana al personaje y de recompensa con un extra llamado «Alpha Male» que aumenta su carisma), todo esto aderezado con que uno de sus principales creadores, Daniel Vávra (me encantaría decir «el» creador, pero no debemos olvidar que el juego ha sido desarrollado por un equipo) es reconocido gamergater.
