La industria de los videojuegos es un mundo en constante cambio. Nacen nuevos estudios de desarrollo, otros se cierran -por desgracia-, los profesionales cambian de equipo… Pero, en los últimos meses, hay un determinado estudio que está viendo cómo muchos de sus miembros, más o menos importantes, han ido marchándose: BioWare.

No puedo evitar preguntarme qué está pasando en el estudio que ha traído al mundo las dos sagas que más enamorada me tienen: Mass Effect y Dragon Age. Como he dicho, es normal que haya cierto movimiento en esta industria, pero la cantidad de personas que han anunciado su marcha en los últimos meses, independientemente del equipo, es tal, que empieza a ser preocupante.

Hace casi dos años, Casey Hudson, que fue director creativo de Mass Effect, anunció que, tras dieciséis años, abandonaba el estudio para tomarse un descanso y, con el tiempo, afrontar nuevos retos. Una decisión que fue recibida con cierta pena por unos -como una servidora- y con alegría por otros, pues le culpaban del pésimo final de Mass Effect 3. Fue hace tiempo y, posiblemente, no tenga relación con lo que pueda estar sucediendo ahora en BioWare pero, para mí, esta partida marcó cierto antes y después en el estudio, especialmente en cuanto a Mass Effect Andromeda.

Durante un tiempo hubo estabilidad en BioWare. Dragon Age Inquisition resultaba todo un éxito, siendo premiado como Juego del Año -GOTY- en múltiples ocasiones. En torno a Mass Effect Andromeda ha continuado el hermetismo, y aunque por fin pudimos disfrutar de un pequeño trailer el pasado E3 2015 y otro simbólico durante el N7 Day, no se ha revelado nada nuevo. No debería ser algo necesariamente malo, es más, hasta se agradece -bombardear al público todos los meses con nuevas imágenes y trailers termina matando la emoción-, pero llega un punto que se acumulan tantos abandonos que te empiezas a preguntar si de verdad el nuevo título de la saga galáctica llegará a término -toquemos madera- y qué pasará con un futuro Dragon Age, especialmente en el punto en el que se quedó Inquisition.

Fue el 28 de diciembre de 2015 cuando Chris Wynn, director de desarrollo de ME: Andromeda, anunció que abandonaba BioWare. Por un momento, en un vano intento de negar la realidad, intenté esgrimir el argumento de que era el Día de los Inocentes y que, seguramente, no era más que una broma para sobresaltar el fan, pero no tardó mucho en explotarme la burbuja cuando me dí cuenta de que en España se celebra en diciembre, pero fuera de nuestro país es el llamado April’s Fool. Y así, tenemos un nuevo miembro de BioWare, de un juego que está en camino, que abandona el estudio y el título sin haberlo terminado. ¿Razones? Regresar a Estados Unidos, pero ninguna más que sea oficial.

Justo un mes después, David Gaider, que fue el principal guionista de Dragon Age, anunciaba su marcha por motivos personales, resaltando que no se debía a ningún problema con el estudio. Su abandono de BioWare es especialmente doloroso para los fans de esta saga, pues fue él el que se encargó de dar forma su enorme universo. Es cierto que en Inquisition tomó parte de forma marginal, encargándose de algunos elementos concretos, como Cassandra Pentaghast, pero la trama de este título es buena parte obra de Patrick Weekes. Es por eso que pueden verse algunas incoherencias -como un banter en el que Solas menciona que hay elfos con barba-, aunque no podemos negar el enorme trabajo que ha hecho en este último juego de la saga. Regresando a Gaider, quien también abandona con esta decisión la misteriosa nueva IP de BioWare, anunció que se unía al equipo de Beamdog, un pequeño estudio que, en la actualidad, se está encargando de desarrollar una nueva expansión para Baldur’s Gate: Enhanced Edition.

Seguimos con los abandonos. El 16 de febrero, el guionista principal de Mass Effect Andromeda, Chris Schlerf  explicaba en Twitter que ya no trabajaba ni en el título ni en BioWare, aunque remarcaba, como habían hecho otros antes, que había sido una magnífica experiencia trabajar con el equipo. Según comentaba en su cuenta oficial, se fue a Seattle a trabajar a Bungie. Y, curiosamente, no es el único que regresa a esta ciudad. Hoy, Cameron Harris, editora senior del mismo juego, ha anunciado que ha decidido, no sólo dejar BioWare, sino también abandonar la industria de videojuegos a partir de abril y trasladarse a Seattle en busca de nuevas oportunidades.

Después de estos significativos abandonos -y más que creo que me he dejado en el tintero- uno no puede evitar preguntarse qué está pasando. Nadie habla de problemas, ni dentro del estudio, ni con Electronic Arts. Nadie menciona condiciones de trabajo abusivas, casos de acoso por parte de los jugadores -como ocurrió con Jennifer Hepler, que abandonó la industria tras recibir amenazas de muerte-, cambios de contrato… Nada. Todos coinciden en que trabajar en BioWare ha sido una experiencia maravillosa, con gente increíble, pero que ha llegado el momento de marchar, sin siquiera haber lanzado Mass Effect Andromeda, ni haber anunciado qué pasa con el futuro de Dragon Age.

¿Qué está pasando en BioWare?