Fantasía Gamer

Como muchas otras personas, he podido probar Destiny durante esta última Beta. No es un juego que me llamara mucho la atención durante todos estos meses de tráilers, imágenes e informaciones varias, pero las imágenes y comentarios que veía en Twitter de la gente que ya estaba jugando terminaron por despertar mi curiosidad.

Lo primero que he de decir es que nunca he jugado a ningún Halo (Jalo, Alo, Jeilo), por lo que no he sido capaz de reconocer las influencias que haya podido tener en Destiny. En cambio, el juego sí que me ha recordado bastante a Borderlands… aunque no soy capaz de ponerle palabras a esa impresión. Supongo que el hecho de decidir jugar con un hechicero y que en el juego de 2K me pidiera a una Sirena me ha hecho ver similitudes en los poderes, aunque, desde luego, parece que en el juego de Bungie se van a desarrollar mucho más.

Para mí, una de las cosas más importantes que tiene un videojuego es su trama y he de confesar que cuando empecé a escuchar la introducción quedé completamente atrapada por la historia de El Viajero y la edad de oro de los hombres. Un comienzo, para mi gusto, con mucha fuerza. Ya veremos cómo se desarrolla cuando el título salga al mercado y lo podamos disfrutar en toda su magnitud, no olvidemos que lo que se ha podido probar es una beta y está bastante limitado claro.

A pesar de que jugué en PS3 y su calidad gráfica no es que fuera la mejor (si lo comparamos con los vídeos que se han visto de PS4 y Xbox One), el efecto del viento en la tierra y en la velocidad de las nubes y los juegos de luces resultaban tanto al aire libre como en los interiores resultaban una maravilla. En algunas situaciones o escenarios ayudaban a que la experiencia fuera aterradora. ¿Espacios oscuros, Caídos por todas partes mientras salen chorrocientas Escorias de cualquier rincón? Oh dios. Y además le añadimos ese pequeño mensaje que reza «reapariciones limitadas» o algo así. Tensión pura y dura y mi corazón a mil porque no soporto estas situaciones.

Lo cierto es que las misiones me gustaron, sobre todo cuando ya estaba en un nivel avanzado (el máximo al que se podía llegar era el 8) y los caídos no me daban tanto miedo. No obstante, la última misión disponible tenía unos cuántos jefes puñeteros. Tuve la suerte de coincidir con un desconocido en ella, poniéndonos de acuerdo casi telepáticamente (no hablamos de ninguna forma ni formamos escuadra, aún no sé cómo llegamos a entender lo que tenía que hacer cada uno) para establecer una estrategia y acabar con ellos o salir a buscar munición (que no es que sea muy abundante en algunas zonas) y cubrirnos las espaldas.

Porque claro, para mí lo mejor que tiene Destiny, a pesar de ser un comprensible motivo de queja, es que sea completamente Online. A pesar de que la calidad de PS3 no sea la mejor, el hecho de tener el online disponible de forma gratuita hace sumar muchos puntos a su favor, cosa que no sucede en ninguna de las Xbox ni tampoco en PS4. Pero no es un debate en el que me apetezca entrar ahora mismo.

La Torre, el punto de reunión de los guardianes y las distintas zonas a visitar (como Rusia o la Luna) ganan muchos puntos de diversión cuando te encuentras gente haciendo el cabra o cumpliendo una misión a la que te puedes acoplar. Diferentes escuadras de amigos o de desconocidos, o gente independiente que coincide le da mucha vida a Destiny. Y además tiene también duelos por equipos para quien le guste el PvP. Yo no jugué demasiado porque el modo disponible, Dominio, no es que me apasione mucho la verdad.

Las vibraciones que me ha dado Destiny han sido bastante buenas, y además me ha gustado y hecho gracia eso del cambio de primera a tercera persona dependiendo de si estás en plena misión o en la Torre. Ya veremos cuando salga a la venta, que, como siempre, es fácil llevarse por el entusiasmo cuando pruebas una parte del producto que es buena.

Por cierto, el vídeo que tenéis al principio lo he montado yo. Como es la primera vez que uso Adobe Premiere no sé cómo importarlo en HD ni cómo crear un clip con las características adecuadas y todas esas cosas. De todas formas, para ser el primero creo que no está mal, ¡ya me diréis qué tal!