El juego que me marcó: Final Fantasy X

Os sorprenderéis cuando os diga que Final Fantasy X fue el primer juego de la franquicia que jugué. Es lo que tiene que en tu casa no se lleve mucho lo de las consolas. Cuando por fin me regalaron la PlayStation 2 ( y os estoy hablando del año 2009) la historia de Tidus y Yuna fue de las primeras que quise jugar: había visto vídeos en YouTube (del final precisamente) y necesitaba saber por qué era tan trágico.

final-fantasy-10-hd-screenshot-1

Ya desde el primer momento, desde que metí el disco en la consola, su música me atrapó. El genial compositor Nobuo Uematsu, junto con la colaboración de Junya Nakano y Masashi Hamauzu, me creó una gran necesidad de jugar con At Zanarkand, el primer tema que escuchas en el juego. Y, aunque llegué a odiar con toda mi alma las melodías de las batallas, no podía sino amar cada pedacito de este juego gracias a su banda sonora. Lo mejor de ella, además, es que llega a todos los extremos, con temas como Otherworld o el aclamado Suteki Da Ne.

La historia resultaba un poco desconcertante al principio, hasta que, poco a poco, te ibas haciendo a ella, a los personajes. Algo de lo que no me di cuenta en su momento (es increíble lo que ha mejorado mi nivel de inglés en cinco años) es que la localización al español es bastante mala, por lo menos para mi gusto, pues muchas veces el personaje dice más de lo que pone en el texto… aunque tampoco es que las voces en inglés sean perfectas. Quizá este sea el único fallo «grave» del juego en su versión Occidental.

Pero son detalles, aunque algunos sean algo molestos. Final Fantasy X era, y es, casi perfecto por la maravillosa historia que se trae entre manos, y lo bien que lleva tus emociones por senderos turbulentos. La primera vez que disfrutas de la historia sigues a la par el desarrollo de Tidus y de su relación con Yuna y el resto de los personajes (algunos irritantes como Wakka, otros adorables como Rikku). Te sorprendes igual que él, y vas concibiendo los mismos sueños y esperanzas, siempre con Yuna en la cabeza. Sin embargo, la siguiente vez que juegas tu percepción es completamente distinta y, de alguna forma, más trágica. Ahora las palabras del protagonista cobran una nueva dimensión, y no puedes evitar apiadarte de él, sentir tristeza.

Yuna_&_Tidus_Macalania_PondEl precioso mundo de Spira me encandiló, con sus increíbles paisajes, entre ellos el bosque de Macalania, dotado de una belleza mágica. Los diferentes escenarios que podemos ver en nuestro peregrinaje por Spira encajan muy bien con los distintos conceptos que componen la historia de este mundo y del propio juego: la religión, la tecnología, la magia… tres aspectos poco hermanados que aquí conviven, aunque no de la mejor forma posible.

Y el final… de verdad creo que si no alguien no ha llorado con ese final es que no es de fiar. ¿Cómo no llorar cuando, por una vez, no consigues un final piruleta para dos personajes a los que has cogido tanto cariño? Las cinemáticas de las que el juego hace gala a lo largo de la historia ayudan a darle un mayor dramatismo a la última ceremonia del envío que realiza Yuna. El Ending Theme te estremece al corazón cuando ves a la joven correr y caer al suelo. Al final, te das cuenta de que no hay una palabra mágica que evite los acontecimientos que se fueron descubriendo, que la vida no siempre es perfecta, ni siquiera en los videojuegos.

Las vueltas y más vueltas que da la historia, donde nada es lo que parece ayuda a que sea un juego del que no puedes despegarte, aunque ya lo hayas jugado varias veces. No sabéis la alegría que me llevé cuando supe que había segunda parte para Final Fantasy X, aunque el juego, con ese estilo tan SuperPop, y todo el rollo de las vestiferas no termina de convencerme. Pero esa es otra historia.

Agradezco que los extras que nunca salieron de Japón -Eternal Calm y Last Mission, aunque este último aún no lo he visto- estén presentes en Final Fantasy X/X-2 HD Remaster porque me permiten seguir disfrutando de la historia un poco más, de un juego, de una historia, de unos personajes, que tanto me han marcado, que tanto me han hecho disfrutar y sufrir.

2 comentarios en “El juego que me marcó: Final Fantasy X

  1. No me gustó este juego, por su sistema. Lo probé unas horas y no le tuve nada de cariño a la linealidad. Aparte, aunque emotivo, el final, en mi opinión personal, es una trastada. Square venía queriendo hacer algo así desde Final Fantasy VIII, donde te da la impresión de que el prota no iba a lograrlo. En el IX también, pero quizás lo cambiaron a último minuto. Pero acá si lo implementaron completamente.

    Le gusta a 1 persona

Los comentarios están cerrados.