Unas reflexiones sobre los Game Awards 2017
Hace tiempo que no me quedo a ver la gala de los Game Awards. Empiezan tarde y en los últimos dos años el formato se había vuelto bastante aburrido. Bueno, […]
Una perspectiva personal sobre los videojuegos
Hace tiempo que no me quedo a ver la gala de los Game Awards. Empiezan tarde y en los últimos dos años el formato se había vuelto bastante aburrido. Bueno, […]
Hace tiempo que no me quedo a ver la gala de los Game Awards. Empiezan tarde y en los últimos dos años el formato se había vuelto bastante aburrido. Bueno, también es verdad que la primera gala que vi estuvo presentada por Sammuel L. Jackson con bastante espectáculo, por lo que cualquier otra salía perdiendo en comparación. Hasta la de este año que, al parecer, ha sido bastante llamativa.
Por supuesto, buena parte de su éxito se ha debido a los anuncios. Creo que uno de los más importantes ha sido Bayonetta 3, exclusivo para Nintendo Switch igual que el anterior lo fue para Wii U. En su día recuerdo que hubo muchas críticas por esta decisión, pero dado el éxito que está teniendo la consola de la Gran N, dudo que se repitan las quejas. Además, van a sacar un pack con los otros dos juegos (con una caja metálica muy chula que invierte las poses de la protagonista), así que me da que las ventas de Switch van a incrementarse aún más. De hecho, espero poder adquirir una en un futuro no muy lejano.
Se mostró, de manera muy breve, lo nuevo de From Software, se confirmó el regreso de SoulCalibur e incluso se anunció un juego basado en Guerra Mundial Z al que no me acercaré a no ser que me paguen o esté muy borracha (me dan terror los zombis). Tampoco puedo dejar de mencionar In the Valley of Gods, de los creadores del aclamado Firewatch, Metro Exodus o Dreams, del que hacía tiempo que no se sabía. La verdad es que en este aspecto ha estado bastante bien.
En un aparte dejo Death Stranding, del maestro del hype Hideo Kojima, que ha vuelto a mostrar ser una «fumada» de las grandes. Me ha parecido algo más «informativo» que los anteriores, aunque he seguido sin enterarme de mucho. Y también bastante perturbador. Según ha dicho Kojima durante la PlayStation Experience de esta madrugada, a pesar de la confusión de los trailers todo tendrá sentido cuando llevemos unas horas con Death Strading. También ha afirmado, ya que estamos, que este trailer se mueve en tiempo real en una PS4 PRO y que la parte del agua es jugable. Entiendo que los fans de este señor se vuelvan locos con un simple estornudo (como me ocurre a mí, en general, con BioWare) pero a mí sigue sin decirme mucho. Me gustaría ver algo parecido a un gameplay.
Pero hablemos de los premios, que suelen ser algo controvertidos porque no siempre estamos de acuerdo con los ganadores. Tengo que ser sincera, doy gracias a que PlayerUnknown’s Battlegrounds no se haya llevado el GOTY porque, aunque comprendo que es un gran éxito, es un juego en Early Access y habría sido muy injusto para el resto de los nominados. Por otro lado, que los indies Cuphead, What Remains of Edith Finch y Hellblade: Senua’s Sacrifice se hayan llevado premios me ha alegrado bastante, porque son títulos maravillosos que aportan algo distinto a los videojuegos.
Lo que no me ha gustado tanto es que Horizon: Zero Dawn no haya recibido nada, en ninguna de las categorías para las que estaba nominado (GOTY, Mejor dirección, Mejor dirección artística, Mejor actuación y Mejor juego de aventura/acción). Entiendo que la competencia era feroz, especialmente con Zelda: Breath of the Wild entre los nominados, pero me da pena que un gran juego con una maravillosa protagonista no haya recibido nada, aunque quizá la nominación ya sea un reconocimiento.
Nunca he escrito sobre Horizon: Zero Dawn en el blog, pero quizá debería hacerlo, dado lo mucho que me ha gustado y el punto al que he conectado con Aloy. Si me seguís en Twitter o en Instagram, habréis visto la cantidad de horas que he pasado simplemente recorriendo sus paisajes para buscar la mejor foto, maravillada ante los escenarios que Guerrilla Games nos ha presentado. Pero es que también su historia me ha parecido impactante (aunque algunas cosas me las oliese desde el principio) y he disfrutado cada minuto de cada misterio que se revelaba ante mí. Aunque, por supuesto, lo más importante para mí es la manera en que Aloy está presentada: una tía que pasa olímpicamente de las supersticiones de la tribu de los Nora después de haber vivido como una paria, que no tiene tiempo para la gente que la menosprecia y que, aunque acepta la ayuda de otros, es consciente de su propia fuerza y prefiere ser ella la que se arriesgue.
Creo que el esfuerzo de Guerrilla Games en hacer un juego de lo más alejado a lo que nos tiene acostumbrados, con gran calidad, interés y personajes de todo tipo, con una protagonista femenina a la que tu opinión le importa una mierda (y menciono esto por dos motivos: uno, porque se quejaron de que era «fea», y dos, porque no es la primera vez que oímos que las mujeres protagonistas no venden), con un mundo rico a pesar de ser postapocalíptico… merecía un premio. Pero ya que los TGA no se lo han dado, se lo otorgo yo Premio Fantasía Gamer al mejor juego del año.
Por lo demás estoy bastante de acuerdo con los premiados de este año y, tras ver los anuncios, lamento no haberme quedado a verlo en directo. Intentaré no repetir mi error en la gala de 2018.
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