Reflexionando un poco sobre esta industrial, está claro que los jugadores de videojuegos se pasan el día sumergidos en debates: Sega VS Nintendo, PlayStation VS Xbox, formato digital VS formato físico, consolas portátiles VS móviles, consolas VS PC… Es algo que mantiene animado el sector, sin duda, aunque a veces estaría bien pararse a pensar en que, quizá, la opción opuesta a la que hemos elegido no es mala. Simplemente es otra.

Desde que nací, o bueno, desde que empecé a tener uso de razón, he vivido en una casa donde el coleccionismo era una de las aficiones principales. Mi padre coleccionaba muchas cosas, como cochecitos de Ferrari, y consiguió transmitirme ese gusto por conservar, mantener y completar ciertos objetos. Yo empecé con Lego Star Wars, cuando me regaló el Landspeeder de Luke Skywalker, cuando tenía 8 años, y con la literatura. Por supuesto, he terminado extendiendo esa filosofía a los videojuegos.
Hay algo que un coleccionista sabe desde el principio: tener un hobby así es caro, muy caro, y más con aficiones como los videojuegos. Hablar de coleccionar videojuegos te asegura que tus 60-70 € en comprar cada uno no te los quita nadie, a no ser que no te importe adquirirlos de segunda mano -eso ya, cosa del comprador-, más las ediciones coleccionista, que últimamente están pasando de los 100 € -aproximadamente- hasta los 200 €, por un contenido que no ha variado tanto como para que se incremente el precio de esta forma.
¿Qué supone coleccionar videojuegos? Por un lado, es el gusto de contemplar tus estanterías con los títulos que has adquirido, todos juntos, por plataformas, por orden alfabético o de preferencia. Es ese extraño placer de abrir la caja por primera vez y oler a nuevo, aunque no sea el aroma agradable de un libro sino, simplemente, plástico. Es la armonía de ver todas las cajas, seguidas, del mismo tamaño -cosa que no tienen los libros y que a mí, personalmente, me pone nerviosa-, y que parte del lomo sea igual y parte diferente a cualquier otra. Puede parecer raro, incluso absurdo, para alguien que no comparta esa naturaleza coleccionista, pero es incluso un placer pensar cómo colocar tus adquisiciones.
Por otro lado, y creo que es muy importante, supone una necesidad de espacio. Bueno, eso con casi cualquier colección, aunque no es lo mismo dedicarte a la filatelia que a comprar la edición limitada de X título. Pero es una cuestión muy importante, especialmente en los últimos tiempos, en los que las viviendas son cada vez más pequeñas. Ahí entra en juego el formato digital para aquellos que no sienten necesidad de tener sus videojuegos de forma física para verlos, ni quieren preocuparse por el espacio o el dinero.

El problema real entre estos dos formatos viene cuando ambos cuestan lo mismo. Y eso no es ni justo, ni lógico. El formato físico tiene unos gastos extra que, inevitablemente, se ven reflejados en su precio: producción, distribución y el margen de beneficios de la tienda que los vende. El formato digital no puede ver incrementado su coste por dos de estos tres elementos y, sin embargo, en algunos casos no hay demasiada diferencia. Sin ir más lejos, he comparado el precio de Dark Souls 3 -que ya está disponible en precompra- en Steam y en la tienda GAME. Es curioso lo que sucede: si comparamos el precio de Steam (PC) con el que tienen en GAME PS4 y Xbox One, la diferencia es que estos dos últimos son unos 5 € más caros. Sin embargo, si lo comparamos con Dark Souls 3 en PC, en formato físico, resulta que es 5 € más barato que en Steam. A fin de cuentas, este sería la plataforma que le interesaría a un usuario de Steam pero, ¿dónde está la lógica en esos precios?
La ventaja que sí tiene el formato digital frente al físico es que es un acceso más fácil para los estudios Indies. Steam tiene Greenlight y tanto Xbox con PlayStation tienen un programa de apoyo a desarrolladores independientes. Si tuvieran que autopublicarse en formato físico, me temo que un porcentaje muy pequeño de los desarrollos de este tipo llegarían a las tiendas. Y estas facilidades, que ayudan al enriquecimiento de la industria, es algo que no se puede negar.
Al final, el formato físico y el formato digital son dos opciones igual de válidas para dos tipos de públicos distintos. Que nos estemos encaminando o no hacia un futuro donde el formato físico sea algo anecdótico y caro y en el que el formato digital sea el método de compra habitual… Puede ocurrir pero, al igual que con la literatura, obedecería a un cambio de mentalidad de la sociedad y creo que para que algo así ocurra, aún necesitamos que unas generaciones nazcan y crezcan con este punto de vista. Mientras tanto, estaría bien aceptar y respetar los gustos ajenos aunque, por supuesto, un buen debate nunca viene mal.
¿Te ha gustado? ¡Comparte!
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...
Me quedo con el físico, cuestión de gustos ;) Buen post
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Gracias!
Me gustaMe gusta
Buena opinión :D. En mi caso, yo consumo mas el formato físico que el digital ,no por coleccionismo precisamente, sino por que a mi me resulta mas cómodo y seguro, y sinceramente por pura costumbre. Aunque no se puede negar de que el formato físico tiene esa ventaja de valer como coleccionismo porque yo por ejemplo cuando veo esa parte de la estantería tan llena de juegos no puedo evitar soltar un «joder lo que he conseguido». Me ha gustado mucho como has comparado la posible desaparición del formato físico con los libros, es muy cierto de que si esto ocurriese seria un gran cambio de mentalidad. Y ojo, yo no estoy para nada en contra del formato digital ya que a pesar ser mas de físico, también consumo este formato pero que seria una pena que desapareciese.
Me gustaMe gusta
Yo no puedo negar ese placer de quitarle el precinto a un juego, acariciar el suave plástico de la carátula intacta y disfrutar de ese olor a plástico. Pero es solo cosa de los coleccionistas, me temo: el formato físico está destinado a desaparecer. Personalmente, suelo pensar que el futuro será digital porque hace que las obras sean eternas, y pienso que en algún momento tendremos que pararnos a pensar cómo podremos jugar a videojuegos clásicos dentro de diez o quince años. Si de verdad queremos pensar en los videojuegos como productos culturales, o incluso arte, con su historia y su evolución, necesitamos que las obras de los autores anteriores estén al alcance de cualquier nuevo jugador, y me temo que si confiamos en el formato físico será imposible. Las consolas, en caso de ser retrocompatibles, solo suelen serlo con la generación anterior, y no puede ser que quien quiera jugar a Super Mario World tenga que recurrir a una SNES en eBay, por ejemplo.
No obstante, el formato digital no es del todo seguro. Comparto la opinión del escritor Andreu Martín respecto a este debate ( http://youtu.be/vCqQ42PKtD0 ) pero es que el panorama en el videojuego es muy distinto. Los juegos clásicos de Nintendo, por ejemplo, están solo en la eShop de Nintendo, y a precios prohibitivos. El problema es quizá que aquí todo depende de la compañía en cuyo hardware salió el juego original, y eso complica las cosas. Siempre se puede tirar de emulador, pero pienso que tiene que haber una manera más «oficial», «legal» y «unificada». Algo así como todos los títulos en un mismo lugar, como ocurre con Amazon y Kindle: un solo dispositivo y toda la literatura del mundo. O casi. Claro que eso supondría la monopolización del videojuego en una sola empresa, aunque quién sabe si beneficiaría a los creadores.
Es sin duda un tema complicado que, como tú bien dices, se solucionará con el paso del tiempo. Espero.
En cualquier caso, intereseante reflexión. Era la primera vez que entraba en el blog y me ha gustado mucho.
Me gustaMe gusta
Hay que tener en cuenta que los juegos que salen en las plataformas de Sony, Microsoft y Nintendo tienen que pagar unos «royalties» a las mismas. Esto es así, por algún motivo en especial que no comprendo, ya que si tu sacas un juego en una plataforma ayudas a las ventas de la misma y ayudas a su propio ecosistema. Pero bueno no entremos en ese tema que ahora mismo no nos concierne, el caso es que en PC no hay que pagar ese extra por lo que los juegos físicos y digitales suelen ser más baratos.
El problema que has comentado de Dark Souls entra ya dentro del panorama de la distribuidora, se sabe que hay ciertas distribuidoras que son mas «legales» y ajustan los precios de sus juegos de acuerdo al formato en el que lo están vendiendo. El problema esta cuando la propia distribuidora no ajusta bien esos precios y acaban ocurriendo incongruencias como la de Dark Souls.
Y esto no acaba aquí, ahora se esta optando cada vez más evitar incluir un disco en los juegos de PC de formato físico e incluir, en su ausencia, un código de descarga. A veces incluso se incluye un disco óptico en el cual viene el instalador de Steam y te viene el código de descarga para que te descargues el juego. No existiría problema si el precio de estos juegos fuera igual que el digital, al fin y al cabo el «juego fisico» que estas comprando no existe, pero el problema es que estas pagando mas por el mero hecho de que tu código viene en una caja (más el transporte, claro está).
Y esto nos lleva al punto de preguntarnos: ¿Hasta que punto es factible comprarse una edición física y/o edición coleccionista? Eso ya depende de cada uno, personalmente soy de la opinión que una buena edición coleccionista no se debe dejar pasar. Hace poco me pre-compré la edición coleccionista de No Man’s Sky para PC, el juego como tal no viene en formato físico pero eso no quita para que el contenido me parezca interesante. Eso si, el precio sigue siendo el de una edición coleccionista con juego físico.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Siempre me había preguntado por qué los juegos de PC eran más baratos de por sí, gracias por explicarlo ^^
Lo de venderte un juego en «formato físico» pero que luego resulte que estás pagando el extra por la caja y un trozo de cartulina me parece una soberana tomadura de pelo. Y estas cosas son las que muestran que el formato digital terminará imponiéndose… Por desgracia.
Por otro lado, las ediciones coleccionista son una buena forma de mantener el formato físico, siempre y cuando no hagan lo del código. A mí me encanta comprarlas -voy a reservar la de No man’s sky y pienso adquirir la más tocha de Mass Effect, si es que la hacen-, pero creo que también se les está yendo de las manos. Por ejemplo, la edición coleccionista de Mirror’s Edge Catalyst es una pasada, pero su precio también lo es y creo que no está justificado. Otras ediciones con los mismos contenidos (juego+steelbox+litografía+figura) no han superado los 100 €, esta se va a los 200 €. Lo mismo ocurrió con la de Dragon Age Inquisition, aunque esa estaba bastante currada, así como con la de Batman Arkham Knight. En estos casos, su precio era comprensible…
Como tú, creo que, si tienes la oportunidad de hacerte con una edición coleccionista, hay que ir a por ella, pero comprendo que haya gente que no tenga dinero ni/o espacio y tiren a por lo digital pasado un tiempo… Creo que baja antes de precio y tiene más ofertas que en físico.
¡Un saludo!
Me gustaMe gusta
Ciertamente es un poco triste que desaparezca el formato físico, todos tenemos esa nostalgia cuando vemos nuestros juegos en la estantería todos «colocaitos» y luciendo bien.
Pero al fin de cuentas hay algo que el formato digital te permite y el físico no, la retrojugabilidad (más en PC que en consolas). Es mas sencillo adaptar un juego antiguo a una nueva arquitectura/S.O que uno físico, es decir, una empresa puede «remasterizar» un juego digital con una actualización, pero no se puede hacer lo mismo con uno físico por incompatibilidades de hardware (casi siempre por la Unidad Optica) o porque requeriría sacar una nueva hornada de juegos con el nuevo formato físico.
Lo de las ediciones coleccionistas es un sangrado xD. La verdad es que últimamente las sacan muy caras y con «poca chicha», hay honrosas excepciones como la que comentas. Yo estoy muy contento con la edición coleccionista de Bioshock Infinite que me venia con una figura enorme de Songbird genial hecha y con unos materiales buenísimos (y lo que pesa xD) y no me gaste mas de 130€ (creo, desde que entre en la universidad mi memoria no es lo que era). Al final tendré que hacer un anexo en mi casa para tener mi cama y mis cosas porque el resto de mi casa estará llena de figuras y juegos.
¡Un saludo!
Me gustaMe gusta