Dicen que jugar a videojuegos es cosa de niños. También se dice, generalmente en respuesta, que no hay una edad para jugar o dejar de jugar. Sea cual sea la frase que escojas, hay algo que parece que no queda claro: los videojuegos tienen edad. Una edad recomendada en función del tono y las características del título en cuestión que, como en el cine, no tiene por qué ser para todos los públicos.

GTA V

Cada cierto tiempo sale un titular que acusa a los videojuegos de algo. Lo más reciente ha sido que un niño de 11 años ha robado un coche después de jugar a GTA V. El hecho de que el crío estuviera sin vigilancia o jugando a un título no apto, bajo ningún concepto, para su edad, es algo secundario. Creo que uno de los principales problemas a la hora de identificar qué juegos son adecuados para menores de edad y cuáles no es el hecho de que se diga ‘jugar a videojuegos’. La palabra jugar a veces tiene connotaciones negativas, pero generalmente se identifica con algo inofensivo… Por lo que si se juega a videojuegos, puede hacerlo cualquiera, ¿verdad?

Pues no. Llega un punto que cansa enormemente leer los mismos titulares en prensa. La pregunta no es, «¿le afectó jugar a un videojuego?», sino «¿estaba jugando a un videojuego para su edad?» Si la respuesta es no, ¿de quién es la culpa entonces? No podemos decir que no se hayan puesto mecanismos para avisar a los padres del tipo de producto que van a adquirir, con un lenguaje por imágenes visual y fácil de entender. A veces da la sensación de que se adquieren juegos inapropiados por pura dejadez y ganas de que el niño deje de molestar un rato, pero luego esos mismos padres no pierden tiempo en acusar a los videojuegos de violentos. Nadie llevaría a su hijo de 10 años a ver Saw 6, pero sí les compran GTA V o Call of Duty (por poner dos ejemplos típicos).

PEGI

Es posible que yo esté más concienciada de esto por mi experiencia con videojuegos. Cuando tenía 8 años, aproximadamente, mis hermanas jugaban a Sanitarium y yo, por supuesto, también quería. Un juego de terror psicológico no es para nada apropiado para una niña de esa edad, pero mis padres no eran conscientes de que pudiera afectarme de alguna forma. Su segundo nivel, «The Innocents Abandoned» me produjo pesadillas durante bastante tiempo. En aquella época (finales de los 90), el sistema de clasificación por edades aún no se había implantado en España. El ESRB (Entertainment Software Rating Board) empezó a utilizarse en 1994, pero no fue hasta 2003 cuando el PEGI llegó a Europa. (Claro que cuando me vieron jugar a GTA San Andreas, con 15 años, no les hizo ninguna gracia y me lo prohibieron).

Pero, ¿qué es el PEGI? PEGI (Pan European Game Information), según definen en su propia web, es «la clasificación por edad, un sistema destinado a garantizar que el contenido de los productos de entretenimiento, como son las películas, los videos, los DVD y los videojuegos, llevan una marca que indica claramente el grupo de edad para el que son más apropiados».

Este sistema aparece en la carátula de todos los videojuegos, sin excepción. Y viene acompañado, en la parte trasera, de unos iconos que muestran lo que nos podemos encontrar en el juego:

PEGI

Con todo esto, cuesta creer que se siga echando la culpa al videojuego de provocar comportamientos inapropiados (o violentos) en niños, cuando sus supuestas «víctimas» ni siquiera deberían haber puesto los ojos en ellos. Creo que, al final, la culpa es de todos. Padres por mostrar poco interés, dependientes por vender juegos a niños, padres que se cabrean cuando el dependiente le dice que el juego no es apropiado para su hijo. Y además, tampoco es que se haga hincapié en ello en las tiendas. No he visto ni un solo cartel explicando qué es el PEGI, qué indica y qué significa cada icono. Si el 18 en rojo de la carátula no llama la atención, quizá un cartel en los expositores ayudaría. Aunque sea un poco.