E3 2016: Microsoft, Xbox One S y Project Scorpio
A las 6 de la tarde de ayer se celebró la conferencia de Microsoft en el E3 2016. Después del EA Play, que mostraba a sus desarrolladores haciendo como que […]
Una perspectiva personal sobre los videojuegos
A las 6 de la tarde de ayer se celebró la conferencia de Microsoft en el E3 2016. Después del EA Play, que mostraba a sus desarrolladores haciendo como que […]
A las 6 de la tarde de ayer se celebró la conferencia de Microsoft en el E3 2016. Después del EA Play, que mostraba a sus desarrolladores haciendo como que trabajaban, y Bethesda que tampoco es que mejorase mucho la situación, me esperaba cualquier cosa de Microsoft. Y lo cierto es que han hecho una conferencia como dios manda, independientemente de si ha sido interesante o no.
Todos sabemos que el E3 es el momento de lucirse -dicho vulgarmente, es el mejor sitio para sacarse la chorra-, no todas lo consiguen, pero siempre hay alguna que lo consigue hacer mejor que las demás. A estas horas, aún falta por ver qué nos enseña Sony pero, de momento, Microsoft es la que mejor lo ha hecho. Se ha centrado en enseñar más que hablar, y eso incluye mostrar gameplays para que nos hagamos una idea de cómo va a ser el juego, que en la gran mayoría de los casos eran exclusivos para Xbox One y Windows 10.
Pero de todas formas, lo más destacado de su conferencia no han sido los juegos, sino sus consolas. Era un secreto a voces, un secreto que se filtró esta misma mañana: Xbox One S -slim- es real, tan real que llegará en agosto, y se caracteriza por ser un 40% más pequeña, llevar incluida la fuente de alimentación -nada de transformadores incómodos-, tener una capacidad de hasta 2 TB y soporte 4K, además de incluir un mando con algunas mejoras.
Y aún así, esto no ha sido lo más importante del evento. Ya en la pasada generación, tanto la Xbox 360 como la PS3 tuvieron varios rediseños que mejoraban sus especificaciones, la Xbos One S no es ninguna novedad. Lo que verdaderamente ha llamado la atención ha sido el anuncio de Project Scorpio: la nueva consola de Microsoft ya está en desarrollo y llegará al mercado a finales de 2017.
Todos sabemos que la estrategia de esta compañía con Xbox One no ha sido la mejor del mundo. La gente se reía de Wii U, de que Nintendo la había cagado con una consola «next-gen» que no lo era, pero ahí sigue, 4 años después de su lanzamiento, y sólo ahora es cuando se está hablando con fuerza de Nintendo NX, que nadie sabe exactamente qué es. Mientras, Xbox One, que es una buena máquina, ha cargado con la mala estrategia de marketing de Microsoft. A mí -gran amante de la X360- y a otros muchos compradores potenciales, se nos echó para atrás con las políticas de DRM, con la obligatoriedad de usar Kinect, incluso el enorme tamaño de la consola resultaba un hándicap. En muchas de estas cosas se rectificó, pero el daño ya estaba hecho.
Así que Microsoft, en su conferencia en el E3, te anuncia al principio la Xbox One Slim y revela al final que ya está trabajando -lleva un año- en la próxima generación, Project Scorpio, la consola más potente jamás creada. «Beyond generations» porque será completamente compatible con la anterior -pero me pregunto si los juegos de esta nueva consola se podrán utilizar en la antigua-. Microsoft ya no cree en las generaciones de consolas, y pretende crear un ecosistema de plataformas que convivan entre ellas, eliminando las barreras para facilitar el crossplay, uniendo comunidades, etc.
Todo esto está muy bien. Es una visión de futuro distinta -hay que ver cómo Sony responde a esto-, pero no sé si tiene mucho sentido montar la que han montado hoy para esto. ¿Cuál es la lógica de anunciar la Xbox One S, con todas sus prestaciones, para revelar que la next-gen llegará en 2017? Ya no es simplemente el hecho de que la generación de consolas se ha acortado drásticamente -de 6-7 años pasamos a 4-, sino que, ¿quién se va a comprar una Xbox One, del modelo que sea, con esta perspectiva?
Yo soy una de las personas que aún no ha adquirido una One porque Microsoft sólo consiguió que generase rechazo hacia ella. Tenía claro que lo haría algún día, para no quedarme sin probar sus exclusivos, pero con la idea de que el año que viene salga una nueva consola, me hace para el carro y esperarme a ver qué ocurre.
Además, está la discusión de los últimos meses sobre las consolas 4K y la brecha que suponen en esta generación. ¿Qué pasará con los juegos? ¿Se crearán dos versiones? ¿Serán dos generaciones en una? ¿Se quedará en nada? Con Project Scorpio creo que se ha acabado el debate, en tres años -si de verdad todo va como Microsoft piensa- tendremos un nuevo ciclo de consolas.
Así que la conferencia de Microsoft, que ha presentado unos cuantos juegos, se ha quedado en sus nuevas consolas. Estoy impaciente por ver cómo afecta esto al evento de Sony y a su futura estrategia, así como al crecimiento de Xbox. Pero no auguro un buen futuro a la One, que podría terminar fagocitada por Project Scorpio, si es que ambas no se hunden la una a la otra.
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