Después de saber que ya se ha anunciado el primer DLC para Batman: Arkham Origins y el abandono del pase online por parte de EA -gracias a dios-, no he podido evitar traer a este blog una columna de opinion que escribí en Crazy Gamers señalando con dedo acusador a estos contenidos descargables, pases online y, sobre todo, a las sagas kilométricas.

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Hace unos días me llegó un vídeo en el que se parodia la situación actual de los videojuegos, arremetiendo contra EA y la edición inglesa de IGN. Estuviese o no de acuerdo con la crítica hacia estas dos compañías -que no viene al caso-, me hizo reflexionar sobre cuál es el futuro de la industria de los videojuegos. Más allá de las nuevas consolas, de su potencia y de cuándo se va a dar el cambio generacional: mi pensamiento se centró en esas sagas que se reciclan una y otra vez con un número cada vez mayor tras su nombre, en esos DLC para incentivar el gastarnos más dinero aún de lo que vale el juego -por si fuera poco-. Probablemente es un tema bastante trillado en algunas conversaciones, pero no puedo evitar hacer una reflexión sobre ello y descargar un poco mi ira sobre lo que me parece una tomadura de pelo.

¿Es esta la industria que queremos? Nos guste o no, por mucho que una saga tenga una historia maravillosa, un tratamiento de la jugabilidad único y absolutamente cómodo y unos gráficos que quitan el hipo, antes o después mostrará signos de desgaste. Parece que lo importante es seguir sacando una nueva edición de ese videojuego, estirar al máximo su vida “útil”, o utilizar el nombre y cambiar totalmente el sentido de lo que fue sólo para sacarle la pasta a ese público fiel. Comenzamos la octava generación con grandes títulos y la estamos terminando con historias que ya no están a la altura y que encima, en algunos casos, se ha destacado la enormidad de su mapeado por encima de cualquier otro detalle. No es buena señal. Como escritora frustrada sé lo difícil que es sacarte de la manga una historia genial, (no digamos ya un final que guste), pero crear sagas infinitas es caer en lo fácil. A pesar de ese contenido desgastado por el uso, esta generación ha parido grandes juegos. Si la literatura aún no ha agotado todas las ideas, no me creo que los videojuegos hayan llegado a este punto.

XCOM-Enemy-Unknown-Gets-Elite-Soldier-Pack-DLCPero no es lo único. Cómo podríamos olvidar los DLC, el virus de esta generación de consolas. No puedo evitar caer en “cualquier tiempo pasado fue mejor” porque antes, por lo menos, todo el contenido de la historia la teníamos en ese juego en el que nos dejábamos nuestros ahorrillos. Ahora estamos bombardeados continuamente por estos contenidos extra: ¡Una armadura genial! ¡Un arma! ¡Un compañero! ¡Luchadores extra! ¡Trajes de conejita! ¡Una parte fundamental de la historia que si quieres saber tendrás que pagar a parte para poder disfrutarla! ¡Oh! y lo que podríamos llamar una puñetera variación del DLC: el pase online y esos contenidos que no podrás disfrutar si el juego te lo deja un amigo. Basta de mutilar los juegos para sacar pasta. Basta de tomaduras de pelo. Bastante caros están los videojuegos como para andar gastándonos unos 10€ de media por DLC de contenido que podría venir perfectamente en el juego original.

Metal_Gear_HD_Collection_Logo¿La siguiente generación también estará plagada de HD Collection de títulos que ya hemos comprado para que los volvamos a jugar con un ligero lavado de cara? ¿Lleno de sagas infinitas que reciclarán el mismo concepto una y otra vez en pos de un beneficio fácil y rápido? ¿Gráficos maravillosos con historias insulsas? La evolución de las consolas no es lo único que debería importarnos, sino a dónde nos están llevando las historias. La industria del videojuego puede ser mucho mejor que esto.