Base de operaciones
Por fin he conseguido algo que llevo mucho tiempo soñando: tener mi propia «base de operaciones». Soy una persona a la que le gusta mucho la intimidad y jugar tranquila, […]
Una perspectiva personal sobre los videojuegos
Por fin he conseguido algo que llevo mucho tiempo soñando: tener mi propia «base de operaciones». Soy una persona a la que le gusta mucho la intimidad y jugar tranquila, […]
Por fin he conseguido algo que llevo mucho tiempo soñando: tener mi propia «base de operaciones». Soy una persona a la que le gusta mucho la intimidad y jugar tranquila, pero me he visto obligada a jugar «bajo supervisión». Las consolas siempre las tenía en el salón o el estudio y muchas veces tenía que aguantarme sin jugar o apagar la consola sin guardar o dejar la partida en la mejor parte porque alguien quería ver una película o había invitados…
Así que comencé un sutil ataque mental con mensajes subliminales, indirectas… para convencer a mis padres de las ventajas que suponía poder jugar en mi habitación: la televisión iba a estar libre las 24 h del día y no necesariamente me iba a perjudicar en los estudios. De hecho, me sorprende mi autocontrol desde que tengo acceso permanente a la consola.
La verdad es que no puedo quejarme. La televisión es una Samsung LED TV Serie 4 de 28 pulgadas con una calidad de imagen maravillosa y, entre otras cosas, con dos puertos HDMI perfectos para mis dos consolas. Por desgracia la tengo en préstamo hasta este verano, ya que esta televisión es para el apartamento de la playa y yo me quedaré con la vieja de allí.
Además, al trasladar la PS3 del mueble del salón a mi mesa he podido ponerle, por fin, la carcasa de Mass Effect 3 que me regalaron y que llevaba unos 4 meses cogiendo polvo en una esquina de la habitación. La próxima será la Xbox 360, si encuentro una carcasa que me guste.
Sólo le veo un problema a mi base de operaciones: el tamaño. La mesa no mide más de 1,30 y me come mucho espacio de trabajo -afortunadamente tengo un portátil pequeño, aunque sería mucho mejor si tuviese una CPU que conectar a la TV-, no quiero ni pensar los malabares que tendré que hacer cuando salgan la Xbox 720 -o como quiera que se vaya a llamar- y la PS4. Como dice mi madre, un día la echaremos de casa con tanto «trasto» o, más bien, me echarán a mí, porque necesitaré una casa entera para meter todas mis cosas.
Créeme, eso nos pasa a muchos…
No sé si seré raro o qué, pero me gusta tener mi mesa de operaciones, «perfecta». Y cuando parece que lo está, después de andar buscando algo durante meses, se me ocurre añadirle otra cosa, y así hasta el infinito… Pero sin duda, lo más impresionante que tengo en la mesa, más que monitor, portátil, (las consolas las tengo en el salón, pues vivo solo) es un globo terráqueo flotando por levitación magnética, es flipante e hipnótico a partes iguales. Enhorabuena por tu base;)
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WOW! tiene que ser muy curioso verlo flotar :) Supongo que el día que me independice las consolas también irán al salón, eso sí, a un sitio de honor xD
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