2017 ha sido un año magnífico en lanzamientos de videojuegos. Es lo que te dirá cualquier persona si le preguntas, yo misma incluida. Hemos tenido de todo: regresos de sagas, la Nintendo Switch (con todo lo que eso supone), nuevas IP que no han tenido ningún miedo en arriesgar… Ha sido un año bastante completo y, por eso, hoy os hablo de mi top de juegazos de 2017.

Horizon: Zero Dawn

Os hablé de él un poco en mi artículo sobre los anuncios y premio de los Game Awards, pero como el tema iba por otro lado no quise extenderme mucho. Horizon: Zero Dawn para mí ha sido un soplo de aire fresco en una industria que aún se resiste a aceptar protagonistas femeninas que se alejen de los estereotipos, bajo la excusa de que no vende (esto no se ha dicho de este juego concreto, hasta donde yo sé, pero sí se dijo en 2013 sobre Remember Me). Guerrilla Games no sólo demostró a la parte más machista del sector que se puede hacer un juego maravilloso protagonizado por una mujer porque lo que de verdad importa es el mimo que se pone a su historia y su desarrollo, y no a la perfección de su cuerpo. Aloy es imperfecta (hasta se han molestado en ponerle los dientes torcidos) pero fuerte e independiente que no deja que nada ni nadie le diga que no puede hacer algo. Aloy se sobrepone al rechazo, las supersticiones y los cultos que quieren matarla para descubrir quién es, por qué no tiene madre y, también, qué ha ocurrido en su mundo para que esté dominado por las máquinas.

No sólo me ha gustado por Aloy (aunque en buena parte sí). También por su mundo, tan cuidado, tan lleno de vida (y de muerte), tan rico y tan distinto. Diferentes tribus, cada una con sus creencias, sus regiones y su pasado. Me gustaba tanto recorrerlo para apreciar los detalles de cada localización que nunca saboteé ninguna máquina para utilizarla de montura (sólo cuando te obligan al principio del juego). He disfrutado perdiéndome en sus bosques, viendo cómo la lluvia o las tormentas de arena limitaban mucho la visibilidad o cómo la luna llena iluminaba la región.

Ya os lo dije hace poco, pero para mí Horizon: Zero Dawn es el juego del año.

RiME

Cuando Tequila Works enseñaba imágenes promocionales o hablaba del juego ya se sabía que iba a ser algo especial. Yo sabía que iba a ser un flechazo (no romántico) directo al corazón. Tenía cierto miedo antes de jugarlo, igual que me ocurrió con The Last Guardian, porque estaba segura de que iba a sufrir. Y no me equivocaba. La isla de RiME está llena de misterios, de elementos que te hacen pensar «no comprendo» y, sobre todo, destila «pérdida» por todas partes. No hay mucho más que pueda decir porque no quiero desvelar nada a los que no hayan jugado (además, podéis leer mi análisis aquí), pero sí mencionar lo mucho que me rompió el corazón al terminarlo. De verdad, me quedé tan destrozada que estuve llorando un buen rato. Es más, no he sido capaz de jugarlo de nuevo para hacer el platino.

Assassin’s Creed Origins

Lo he terminado hace unas semanas, pero aún tengo ganas de seguir perdiéndome con Egipto. Ubisoft lo ha hecho bien con esta nueva entrega de Assassin’s Creed, a pesar de no querer implicarse mucho en el presente (lo que a mí, por cierto, me parece un grave error). No os doy más detalles, porque mi análisis lo podéis leer en la revista New Súper Juegos, peros sí diré una cosa: ojalá sean verdad los rumores que afirman que habrá otras dos entregas de la vida de Bayek.

Poochy & Yoshi’s Woolly World

Ha sido uno de mis favoritos de Nintendo 3DS (junto a Pokémon Ultrasol y  Ultraluna) por varios motivos: primero, por que tanto Poochy como Yoshi son adorables con esa lana y de vez en cuando achucho sus amiibos. Segundo porque sus niveles son muy buenos y, en más de una ocasión, complicados de superar si quieres encontrar todos los coleccionables (aunque añadir los «power ups» le quitaba un poco la gracia). Y por último, por esos cortos que se desbloqueaban cada 24 horas y que me daban la vida. Aunque ya me lo he pasado y requetepasado, de vez en cuando vuelvo a él, especialmente cuando necesito cosas bonitas en mi vida.

Mass Effect Andromeda

Seguro que para nadie es inesperado que aparezca en esta lista, aunque quizá os sorprenda que lo haga tan abajo. Para mí es uno de mis preferidos de este año, no sólo por el tiempo que llevaba esperándolo, sino también porque ME HA GUSTADO. Os seré sincera, estoy harta de tener que defenderlo, el juego y que yo misma lo haya disfrutado. Entiendo las carencias que tiene, y me he quejado en más de una ocasión de algunos de sus problemas, pero eso no implica que sea malo, al menos, no para mí. Me da mucha pena la situación a la que se ha llegado y espero que tengamos una secuela dentro de unos años, cuando las aguas hayan vuelto a su cauce. Ryder y su pelotón se lo merecen.

Y mis preferidos del año los dejo aquí, en un top 5. Lo cierto, es que este 2017 ha estado lleno de acontecimientos pero, por desgracia, de pocos juegos (cosa que me da mucha rabia y espero poder ponerme al día rápido). Recordad que esto es completamente personal y que, si hubiese podido disfrutar de más lanzamientos, probablemente habría hecho un top diez con otros como Zelda: Breath of the Wild, Super Mario Odyssey o Hellblade: Senua’s Sacrifice.

¡Felices fiestas y que 2018 esté cargado de videojuegos y cositas buenas!