Recordando 16 años de Los Sims

¡Sun sun! Han pasado 16 años ya desde el lanzamiento de Los Sims, así que es un buen momento para hablar de esta saga y de sus pequeños personajes. Sé que lo lógico habría sido dedicarles un artículo el año pasado, por esto de ser una cifra más redonda, pero, por lo que sea, no lo hice. ¡Nunca es tarde si la dicha es buena! Así que, vamos a recordar…

The Sims

Cuando salieron Los Sims yo tenía 10 años. No recuerdo si fue ese mismo año (2000), o poco después, cuando lo descubrí en casa de uno de mis primos. Me creó un personaje, una pequeña casita que había dibujado primero sobre el papel -yo creo que de ahí me viene mi gusto por la parte de construcción en Los Sims- y me enseñó cómo se jugaba. Más o menos, porque terminó jugando él y casando a mi personaje con otro que tenía ya creado y asentado. Recuerdo que la casa que tenía era preciosa y tardé años en darme cuenta que, en realidad, era la de los Lápida redistribuida y redecorada.

Mi experiencia con Los Sims se quedó ahí, como una anécdota, hasta que, uno de los muchos fines de semana que subí a casa de mi vecino Javier -otras veces bajaba él- me enseñó cierto juego que le había dado su hermano. Y, por supuesto, lo puso y me dejó jugar -el pobre siempre terminaba mirando cómo acaparaba su ordenador-. Era Los Sims, el mismo juego que me había enseñado mi primo aquella vez ¡Qué complicado era, al principio, saber cómo había que organizar la vida del Sim! Como no tuvieras cuidado, se te había echado encima la hora de ir a trabajar, perdías el coche de empresa -como si fuera el autobús- y tu jefe te llamaba amenazándote con despedirte -acompañado de una música de lo más tensa-. Eso además de que gestionar las necesidades era difícil, y más de una vez me encontré con demasiadas en rojo y mi Sim quejándose de que no tenía ánimo para hacer nada.

Pero al final le cogí el tranquillo, y mi vecino terminó dejándome el juego para que jugara en mi casa. A partir de ese momento las horas casi diarias jugando a Los Sims en lugar de a cualquier otra cosa fueron en aumento, y extendí el vicio a mis dos hermanas, aunque sólo una de ellas terminó tan enganchada a él como yo. Mi hermana Alicia, por cierto, consiguió manejar durante vaya usted a saber cuánto tiempo, una familia de dos adultos y seis niños que sufrían diversos atascos al intentar ir al colegio. Varios de ellos casi terminaron en la Academia Militar.

Durante muchos años jugué a Los Sims, únicamente con el juego base. De vez en cuando algún amigo me dejaba alguna expansión -era especialmente satisfactorio cuando, después de devolverlo, descubría que algunos archivos se habían quedado en el ordenador y seguía teniendo, por ejemplo, la cobaya, aunque no la poción para curarme cuando el Sim enfermaba-, pero mis padres nunca me compraron ninguna. Bastante jugaba de por sí al original como para encima añadirle más situaciones, objetos, interacciones, localizaciones…

Cuatro años después del lanzamiento de Los Sims y tras siete expansiones, llegaba a las tiendas Los Sims 2 que supuso toda una revolución en el juego: los Sims cumplían años, envejecían. Había todo un ciclo de la vida en el juego, que incluía bebés que se podían llevar fuera de las cunas, adolescentes rebeldes a los que les salían enormes granos en la cara, y ancianos de pelo gris y hombros encorvados. No sólo eso, sino que también podían salir de su casa desde el primer momento -en la generación anterior tuvimos que esperar a que una de las expansiones nos aportaran una localización extra-. Para añadir un detalle curioso, el juego se sitúa 25 años después de la generación original, lo que no sólo nos conecta con ella a través de la nostalgia, sino que en el barrio Vista Gentil viven algunas de las familias que ya conocemos, como los Lápida -que tienen un miembro más, Alejandro, y a su vez uno menos, Elvira, que desapareció misteriosamente-, o descendientes de otras como Begoña Simblanca -hija de Isabel y Roberto Novato-. De hecho, la subtrama que existe en Los Sims 2 es digna de culebrón de la hora de la siesta.

Sims 2 baby

Las herramientas de construcción se mejoraron, pero lo más destacado era la de Crear un Sim, en el que podías retocar las facciones de tu personaje con diversas barras, cambiar el peinado y color de pelo, hacerlo más gordo o más flaco… Los Sims 2 fue todo un salto hacia delante en la saga, y por eso los fans lo recuerdan con un enorme cariño -y lo consideran el mejor de todos-.

Mi contacto con este juego fue más bien escaso. Ya no subía tanto a casa de mi vecino a jugar, pero cuando lo hacía casi siempre era para poner Los Sims 2. Alguna vez me dejó el juego para que los disfrutase un tiempo con tranquilidad, y yo, generalmente, me representaba a mí y al chico del instituto que me gustaba. Si al primer título de Los Sims seguía jugando de forma regular, podéis imaginaros cómo exprimía el siguiente cuando me lo dejaba. Esto seguramente convenció a mis padres de que, ni locos, me lo comprarían. Y así pasó otra generación de Los Sims de la que pude disfrutar más bien poco.

Eso sí, su banda sonora se me quedó grabada a fuego, y cada vez que la recuerdo y la escucho, me hace sonreír. Si hay algo que suele caracterizar los temas de los juegos de Los Sims es que son bastante alegres -excepto algunos temas del primer juego, los de piano, que suelen ser bastante melancólicos… y maravillosos-. Quizá alguna vez le dedique un artículo completo a este aspecto de los juegos, especialmente ahora que he inaugurado una nueva sección, La banda sonora del mes.

The Sims 3

Aunque en 2006 se anunció el siguiente juego, Los Sims 3, no fue hasta junio de 2009 cuando el juego llegó por fin a las tiendas. Recuerdo ver el trailer en la televisión y la emoción de que este nuevo título ofrecía un mundo abierto, completamente vivo. Sí, tus Sims ya podían salir de casa en la generación anterior, pero en esta podías manejar a uno en casa y a otro en la plaza del barrio mientras queda con un amigo, todo sin pantallas de carga de por medio. Por supuesto, las tenías antes de iniciar el juego. Era su principal problema: las posibilidades del mundo abierto eran enormes, pero tenían un precio, y los ordenadores menos potentes tenían serios problemas para mover el juego con normalidad.

Las innovaciones de Los Sims 3 no terminaban ahí. La herramienta de creación de Sims había vuelto a mejorarse enormemente, con mayores posibilidades de personalización -mucho más detalladas- y teníamos la opción de poner colores personalizados al pelo, la piel, los ojos y la ropa de nuestros personajes. Además, las herramientas de construcción también se mejoraron, y se añadió el Editor de Mundos, con el que podíamos añadir parcelas donde nos apeteciera -mi preferencia era poner una en la playa más alejada, y crear una casita como si fuese un lugar de retiro-.

Hubo cosas que no me gustaron, aunque no muchas, como que los bebés estuvieran permanentemente envueltos en una manta que dejaba solo ver sus bracitos y su cara. Me gustaba más cómo se representaban en Los Sims 2. O que, como he comentado antes, el juego tardase varios minutos en iniciarse, especialmente cuando tenía dos expansiones instaladas.

Este fue el primer juego de Los Sims con el que pude jugar sin tener que acaparar el ordenador de mi vecino. Fue una enorme ilusión recibirlo como regalo de Navidad ese mismo año, y no tardé demasiado en hacerme con algunas de las expansiones que salieron -tengo más de la mitad-, aunque nunca pude jugar con más de dos a la vez.

Sims 4

Y ya nos plantamos en 2014, septiembre, cuando salió la nueva generación al mercado: Los Sims 4, otro cambio radical en la saga, empezando por el diseño de los propios Sims, y la sustitución de un mundo completamente abierto por diversos distritos dentro de cada barrio, a los que se acceden a través de pequeñas pantallas de carga -algo más largas si tu ordenador no está a la altura-.

Aunque la desaparición de la libertad que tenía Los Sims 3 me fastidió bastante, la enorme mejora de las herramientas de diseño y construcción hace que no me importe tanto. Ahora podemos retocar el aspecto de nuestro Sim con solo pinchar y deslizar el rasgo que queramos cambiar. No tenemos la  herramienta de personalización de muebles/ropa, pero podemos instalar contenido personalizado -mods de toda la vida- con una facilidad pasmosa. Y la herramienta de construcción… oh, qué de cosas buenas tiene.

En los últimos meses que jugué a Los Sims 3 me dio por construir casas. Casitas clásicas, otras más modernas, con cimientos, sin ellos, con sótano, reproducciones de casas que conozco en el mundo real… No obstante, era un poco torpe. Más de una vez se me olvidó añadir los cimientos a la casa y tuve que destruir lo que llevaba, o bien reorganizar la idea que tenía en la cabeza. En Los Sims 4, las herramientas de diseño se han vuelto enormemente intuitivas, especialmente la de construcción. Buena parte del tiempo que he invertido en este juego ha sido creando casas, cada vez más innovadoras.

Pero cuando no estoy creando y decorando mi hogar ideal -uno de los muchos-, estoy disfrutando de algunas de las expansiones que tengo, como A trabajar. ¿Acompañar a mis Sims al trabajo? ¡Sí por favor! ¿Crear un club social y «juerguear» como si no hubiera mañana? VOY.

No obstante, no todo es maravilloso en Los Sims 4. Echo algunas cosas de menos. Por ejemplo: los teléfonos fijos. Lo sé, es una tontería cuando tus Sims tiene un magnífico smartphone pero, ¿dónde ha quedado el encanto de una casa en el que todas las noticias impactantes o las bromas telefónicas de las 3 am se recibían en el fijo? O los infantes, lo que inglés llaman toddlers. ¿Dónde están mis pequeñajos de mofletes regordetes a los que tengo que enseñar a usar el orinal y que me tiran la papilla al suelo si están de mal humor? Terminaron metiendo las piscinas -un pecado mortal que no vinieran de serie-, tengo la esperanza de que hagan lo mismo con estos sims tan pequeñajos.

 Y así nos plantamos en el día de hoy, en el que os escribo este post mientras escucho la banda sonora del primer título de Los Sims. Han pasado nada menos que 16 años desde Will Wright y EA lanzaron al mercado este juego que para mí, en sus orígenes, era una enorme crítica al sistema social en que vivimos. Puede que ahora, después de tantos años y expansiones haya perdido un poco su sentido de denuncia, pero mis disfrute con él sigue siendo enorme.

Feliz cumpleaños Sims, por muchos más.

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7 comentarios en “Recordando 16 años de Los Sims

  1. Saga que recuerdo sus inicios pero que nunca he llegado a jugar; mucha parte por desconocimiento de qué trataba el juego y xq no tenía amig@s que lo jugaran, pero recuerdo el boom que fue el primer juego.

    Que quede constancia Paz que leo casi todo lo que escribes ( algunas cosas no puedo para no spoilearme jjeje). Te sigo por youtube y nada. Me viene bien haber leido como ha sido la trayectoria de esta saga y bienvenido sea si hablas más de ella para que yo me haga más idea de cómo es este juego.

    Me despido desde mi cama.
    Buenas noches

    Rob GD

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    1. ¡Gracias por ser tan fiel, tanto en mi blog como en mi canal! Los comentarios siempre son bien recibidos, pero si no se te ocurre nada, no hay problema, me basta con saber que leéis mis artículos :)

      ¡Un saludo!

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  2. Los Sims, la saga entera, era algo que yo imaginaba desde finales de los 90 cuando comenzaba en la universidad. Te podrás imaginar mi sorpresa al ver realizado gran parte de este sueño cuando salió el 1ero. Los Sims 2 introdujo muchas novedades, especialmente con las expansiones. La de Negocio en Casa era inigualable si sabías gestionar tu negocio. Los sims 3 lo considero el mejor de todos, por la enorme libertad que plantea, así como por el hecho de que los demás personajes avanzaban también en su vida (cosa que no he visto que el 4 logre tan bien). Eso si, incluso con un ordenador con avanzadas prestaciones (8 gigas de RAM, tarjeta de video de la serie 500 de nVidia, con 1 giga de memoria DDR3 y un procesador quad-core Q6600) tardaba muchísimo en iniciar si tenías varias expansiones. A la que más le «saqué el jugo» fue a la de Aventuras en el mundo. Creo que exploré todas las tumbas y conseguí todos los objetos que había por conseguir en ellas. Ya no tenía más aventuras, si quería volver a experimentarlas (cosa que nunca hice), tendría que haber iniciado un juego nuevo. Sobre los Sims 4, aunque lo juego actualmente, siento que no llega a la genialidad y profundidad del 3. De hecho, creo que tiene un bug donde inexplicablemente desaparecen personajes ajenos a la familia que controlas. Incluso los fallecidos, llega un punto en que dejan de existir, ni siquiera en el árbol genealógico. En lo que si superó a los anteriores fue en la parte de las herramientas de construcción, aunque la verdad es que le falta variedad en cuanto a pisos y recubrimientos de pared. Tu artículo me ha gustado mucho y me ha parecido bastante completo. Sigue con el buen trabajo. Para finalizar: ¿Sabías que originalmente era un juego de diseño arquitectónico y que los Sims sólo iban a estar allí para evaluar que tan bien te había quedado la casa? Posteriormente, los programadores se dieron cuenta de que podían enfocarse más en los sims y el juego terminó saliendo en la forma en que lo conocemos.

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    1. Estamos de acuerdo, por lo que veo, en que Los Sims 3 es el mejor. Los Sims 4 lo que ha hecho es recuperar la gestión del barrio de Los Sims 2, pero manteniendo el avance de día. Como dices, no logra tan bien la libertad, de hecho, yo me suelo sentir «atrapada». Tienes que estar con las pantallitas de carga -aunque duren medio minuto- y dejas de controlar a los Sims que se han quedado en casa…
      ¿Tiene ese bug? A mí los Sims que se mueren con los que tenía relación me siguen saliendo en el apartado de amistades con avatar de fantasma xD
      La verdad es que no, no lo sabía! Pero no me sorprende, con lo bien hecho que está el modo construcción. Ciertamente, es lo que más disfruto del juego.

      Me alegro mucho de que te haya gustado mi artículo, y muchas gracias por tu comentario.

      ¡Un saludo!

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      1. Si, el planteamiento inicial del juego era ser una herramienta de diseño arquitectónico, cosa que luego cambiaron para enfocarse en los Sims, pues lo veían más interesante. El bug se me presentó así: Controlaba yo a unas chicas sims descendientes de mi sim original (tatara-nietas o algo así): Una de ellas se comprometió con un tipo. Cuando fui a buscarlo para casarse, el tipo simplemente no estaba. Y habían desaparecido todo otro montón de sims. Entonces, voy al árbol genealógico y mi sim original también había desaparecido. Es más, en la urna funeraria (colocada sobre un piano en el recibidor de la casa), ya no aparecía el nombre de mi sim original, ni de su esposa, cuya urna estaba al lado.

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  3. Ostrás 16 años…La verdad es que jugué bastante al Sims original. Todos los juegos de Will wright se basan un poco en lo mismo, ya que apelan a la necesidad básica humana de ordenar el caos (igual que el Tetris). El mismo SimCity usaba el mismo principio.

    Mi único problema con ellos es que en esencia no hay un objetivo, ni una condición clara de victoria. Si quieres puedes jugar eternamente ya que juegas en realidad contra ti mismo.

    Otro punto que explica como The Sims y sus expansiones vendieron tantísimas copias radica en los modestos requisitos que pedía. Eso permitió que siguiera funcionando muchos años sin necesidad de cambiar el equipo. Esta ventaja no la tuvo Sims 2 por ejemplo, ya que requería mejor hardware.

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    1. Es verdad que Los Sims no tiene una condición de victoria. Puedes jugar con tu familia y con los descendientes de esta hasta que te aburras, pero por eso mucha gente de plantea retos: sacar adelante una familia de cuatro miembros sin un duro -como Begoña Simblanca en Los Sims 2-, ser un soltero de oro y comprar la casa más cara del juego… Creo que por eso me suelo aburrir cada X tiempo, especialmente cuando mis sims tienen hijos xD

      Fíjate, me acuerdo de una amiga que jugaba al primer Los Sims en tal castaña de ordenador, que lo ponían y se iban a hacer otras cosas mientras cargaba. Y lo mismo para que el sim hiciera las tareas que le decías… no sé cómo se molestaban en jugar. A mí me pasó como dices, pude jugar a Los Sims con total tranquilidad, pero cuando salieron Los Sims 2 me tuve que fastidiar. Mi Pentium III ya tenía bastante con lo suyo.

      ¡Gracias por comentar!

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