Consumismo, especulación y videojuegos

Los jugadores de videojuegos somos bastantes consumistas. No sé si añadiría el clásico «por naturaleza», pero solemos tardar poco tiempo en comprar el último lanzamiento, incluyendo aquellos que pertenecen a sagas anuales. Algo que está a la orden del día en esta industria es la enorme especulación que la rodea y que dispara precios en apenas unos meses.

ebay

Eso es algo que se puede comprobar con facilidad si entráis en ebay o en Amazon a buscar alguna figura, camiseta o edición coleccionista de un lanzamiento reciente y/o muy esperado, o bien un artículo retro. Generalmente los precios suelen, como poco, duplicar el original y, lo que es más curioso, están acompañados de la etiqueta «rare» para engañar a los incautos. O a los desesperados.

Hoy os hablo de este tema porque, cuando salió Dragon Age Inquisition, lo hizo acompañado de una magnífica edición coleccionista que, no solo era difícil de conseguir en España, sino que, además, costaba 200 €. Si hubiese tenido dinero suficiente en ese momento, la habría comprado sin dudarlo ni un instante -¡tres hurras por el consumismo!-, pero no fue así, así que tuve que ver cómo se agotaba, no me tocaba en los pocos concursos que la sorteaban y en tiendas online como ebay llegaba a alcanzar los 600 €. Al final localicé un vendedor que lo ofrecía un poco por debajo de su precio original, pero a costa de no incluir el juego ni las cartas del tarot. Con el tiempo, todos han ido rebajando el sablazo que querían meter -tampoco demasiado, como podéis ver en la imagen-, pero el único que se mantenía aceptable era ese. Así que al final he decidido caer y asumir que antes que no tenerla, prefiero tenerla incompleta. ¿Resultado? 110€ -¡hip! ¡hip! ¡hurra!-.

La especulación ocurre en muchos sectores, como ocurrió en el inmobiliario, pero es mucho más fácil sacarle partido al de los videojuegos. En muchos casos, las ediciones coleccionista se agotan con rapidez, debido a esas personas que deciden comprar varias unidades, no para su propio disfrute o afán de coleccionismo, sino para sacar un beneficio posterior que, como he dicho, en demasiadas ocasiones duplica, como poco, el precio original. Pero no solo ocurre de esta forma, los artículos más jugosos, son, como es obvio, los más difíciles de conseguir, los que llaman con su brillo a los coleccionistas y nostálgicos. Ahí nos encontramos el enorme mercado que hay en torno a los juegos retro -os invito a ver el vídeo que tenéis sobre estas líneas, realizado por DarthKafka– pero también el de los kit de prensa, muy codiciados por unos, y poco valorados por otros.

¿Qué podemos hacer para combatir esta especulación? La respuesta es fácil, tan fácil, que es complicada de cumplir: no comprar nada de estos vendedores, superar nuestro consumismo y/o afán de coleccionismo y conformarnos con lo que se vende en las tiendas oficiales y, si no conseguimos eso que queremos en su momento, resignarnos a no tenerlo nunca. Es algo tan fácil como absurdo, porque aunque el mercado siempre se ha regido por la ley de la oferta y la demanda, el problema es la ética de aquellos que sobreprecian los artículos y que, además, hacen sentir idiota al vendedor honrado que solo quiere quitarse de encima esos juegos que le ocupan espacio y terminan contagiando estos precios.

Aunque no dejemos de comprar estos artículos deseados, sería una buena idea que tratásemos de racionalizar nuestros deseos -yo la primera-, y no dejarnos llevar por el hype o la exclusividad. Es algo con lo que juegan mucho las distribuidoras, que se pasan meses con trailers, imágenes y perlas de información para despertar en nosotros las ansias de comprar. Pero ese es otro tema del que hablaré en otro momento. Hasta entonces, cabeza antes de comprar. Siempre que se pueda.

6 comentarios en “Consumismo, especulación y videojuegos

  1. Yo hace mucho que dejé de comprar ediciones especiales. SI tengo el dinero y está el juego que me gusta me conformo con la edición normal. Ya no me apasiona tener la figurita de turno o la ost que puede venir con el juego… Quizás es que pienso en ese espacio que va a llegar a ocupar y puf…

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    1. A mí es que las figuritas me vuelven loca… Mientras no tenga una casa que mantener, dejar de comprar ediciones coleccionista no será una de mis prioridades xD (dentro de un orden claro, porque si siguen subiendo los precios…)

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  2. También podría solucionarse si estas ediciones las suministraran con un stock mayor. Cuando algo se reserva tan rápido y acaba sin stock significa que podrían vender unas cuantas unidades más.

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