El final de Dragon Age Inquisition ha planteado muchas incógnitas, tantas, que los fans no hemos perdido ni un instante en empezar a investigar y teorizar al respecto. Hay teorías de todo tipo, desde aquellas cogidas con pinzas, hasta esas otras que te crean una incomodidad de lo posible que son. Lo que está claro, es que BioWare, con el mimo que da a sus juegos, se ha preocupado de ir dejando pistas de todo tipo a lo largo de los tres juegos, algunas, incluso, delante de nuestras propias narices. Como pequeñas teselas que de forma independiente no destacan en absoluto, al juntarlas te muestran un gran mosaico de enormes implicaciones. No hace falta decir que a partir de aquí todo van a ser SPOILERS, si no has terminado el juego y sigues leyendo luego no me eches a mí la culpa. Si quieres compartir alguna teoría o discutir sobre lo que aquí expongo no tienes más que dejarlo en los comentarios, ¡se agradecería mucho!

La primera de todas es la verdadera naturaleza de Solas, que se muestra en la escena post-créditos. Es algo que, aunque no teníamos por qué sospecharlo, estaba preparado para que atásemos cabos. Lo primero, que no se considera parte de los elfos dalishanos, aunque pertenezca a esta especie. Lo segundo, por el curioso colgante que lleva, que no es nada menos que media quijada de… ¡lobo! También por algo quizá más difícil de descubrir, especialmente si jugamos con textos en español: su misión de compañeros tiene como título en inglés All new, Faded for Her. Es curioso que tanto la F como la H sean mayúsculas sin venir a cuento, ¿verdad? Esto se debe a que, en realidad, es un anagrama, y al reorganizar las letras nos encontramos que pone… Dread Wolf, Fen’Harel (bueno, el apóstrofe no aparece). ¡Sorpresa! Que en realidad sea el Lobo Terrible de las leyendas de los elfos explicaría por qué tiene tantos conocimientos de épocas pasadas, quizá no tanto por haber soñado en el velo, como por haberlo observado directamente.

Los comentarios que Solas realiza en el Templo de Mythal nos hacen plantearnos hasta qué punto las leyendas son sólo historias transmitidas de generación en generación y cuánto han llegado a tergiversarse los hechos. No podemos pasar por alto que la tradición de los elfos está equivocada en un gran número de cosas, como la verdadera finalidad del Vallaslin, que no es una forma de honrar a los dioses, sino que se utilizaba antiguamente para marcar a los esclavos –se descubre si mantienes un romance con Solas–. Es más, ¿cuánto hay de verdad en estas leyendas? Bien, estas cuentan que Fen’Harel era uno de los nueve dioses del panteón élfico, pero que mantenía relaciones tanto con los creadores como con los olvidados –los malvados–, haciendo creer a ambos que estaba de su parte. A unos les prometió que negociaría una tregua si iban al cielo, a otros, la destrucción de sus enemigos si regresaban al abismo. Y entonces, los traicionó a todos, –a todos menos a Mythal– encerrándolos para que nunca pudieran volver a caminar entre «la gente» –he visto que lo traducían como mortales en algunas ocasiones, pero me parece significativo que en inglés ponga The People porque es así como se les llama a los elfos, a los Elvhonan–.

A partir de aquí comienzan las mil teorías que relacionan a Mythal, Fen’Harel, los Eluvians, Arlathan, la Ciudad Dorada/Negra, los maeses tevinteranos, los Archidemonios, la Ruina e, incluso, la mismísima Andraste. Son muchas cosas que, a priori, no guardan relación alguna, pero en algunas teorías se conectan de manera preocupante.

La tradición de la Capilla cuenta que fueron siete los maeses tevinteranos que osaron entrar físicamente en el velo y corrompieron la Ciudad Dorada al intentar ocupar el sitio del Hacedor. A partir de este momento, los maeses son expulsados y convertidos en los primeros engendros tenebrosos, y la Ciudad Dorada se convierte en la Ciudad Negra. Pero, ¿y si el origen de los engendros tenebrosos no fuera, exactamente, un castigo por su osadía? ¿Y si las Ruinas tuvieran un fin más allá de despertar al archidemonio? ¿Y si la Ciudad Negra fuera, en realidad Arlathan, trasladada al velo mediante la magia? Porque nadie sabe la localización de esta y los elfos vivián en Thedas mucho antes que cualquier otra especie. ¿Y si los dioses elfos estuvieran encerrados tras los Eluvians? ¿O en el interior de los dragones? Vayamos por partes.

Cuando Morrigan, en Dragon Age Inquisition, te lleva a través de su propio Eluvian, te explica que los espejos están conectados con distintos lugares, algunos de ellos llevan a sitios como en el que te encuentras, “más allá”, que algunos se encuentran abiertos y otros, cerrados, solo pueden abrirse con una llave, y ni siquiera desde el otro lado. Recordemos que los Eluvians son artefactos elfos, así que, ¿por qué no pensar que en estos que están cerrados se encuentran atrapados los siete dioses? La cuestión es descubrir qué llave abre estos espejos y dónde se encuentra. Al respecto, he encontrado una teoría por internet que explica que se encuentran en el interior de los dragones de la ruina: no son solo almas de viejos dioses, son llaves. De esta manera, la verdadera finalidad de la Ruina sería despertar a los dragones y corromperlos para que los Guardas Grises los mataran y la llave quedara así liberada. Esto iría en contra de la creencia popular, por la cual, tanto el alma del Archidemonio como la del Guarda Gris que acaba con él se destruyen. Pero podría no haber sido así, la historia podría haber sido manipulada –lo cual no sería nada sorprendente–.

Así que, una vez conseguido, ¿cómo lograr el control de esta alma-llave? Podríamos relacionar aquí el rito que Morrigan ofrece a nuestro héroe en Dragon Age Origins para salvar la vida: engendrar un niño con la infección de los engendros tenebrosos que acogerá el alma del antiguo dios una vez el Archidemonio sea derrotado. Las historias no cuentan de casos concretos en los que este ritual se ha llevado a cabo, pero tanto Flemeth como Morrigan saben que es posible –en Dragon Age Inquisition descubrimos que no tiene por qué funcionar, pues Morrigan puede dar a luz un niño completamente humano–, quizá porque ya se ha hecho antes. Casi al final de Dragon Age Inquisition, tienes una pequeña misión con Morrigan, que es ir a buscar su hijo al Velo, al que ha accedido después de abrir el Eluvian y hacerlo conectar con esta zona. La bruja de la espesura, desesperada, dice en ese momento que hace falta un enorme poder no solo para abrirlo, sino para dirigirlo hasta allí. Kieran es un niño, pero con el alma de un dios, es perfectamente posible que haya sido esto lo que le haya permitido interactuar con el espejo de una manera tan “sencilla”.

Quizá, al igual que Kieran, hubo otros a lo largo de la historia que también llevaron dentro de sí el alma de un viejo dios. Pensemos, cuando finalizan los acontecimientos de Origins, se han sucedido cinco ruinas, y sabemos que son siete los dioses dragones a los que adoraban los tevinteranos, el número correspondiente a los dioses encerrados por Fen’Harel. Kieran, por supuesto, es la última ¿y las otras cuatro? Hay ciertos personajes que aparecen a lo largo de la tradición de una forma notable. Las teorías apuntan a que el receptáculo de Dumat no es otro que… Andraste, que casualmente nace el mismo año de la derrota del Archidemonio, en el 203, de manera que podríamos suponer que lo que ella identifica como el Hacedor dirigiéndose a ella, no sean más que las voces del alma del dios que la “posee” –recordemos que Kieran oye voces y tiene sueños extraños–. Es más, se dice que Solas es Shartan y, lo cierto, es que no solo en su diseño en Dragon Age Origins es parecido, sino que las representaciones de la capilla son peligrosamente similares a su carta del tarot.

Pero además de Andraste, podemos especular dónde se encuentran otras dos de estas llaves. Una de ellas se encontraría dentro de Sandal, el peculiar hijo adoptivo de Bodahn Feddik. Algunos se sorprenderán porque este personaje, a primera vista, no parece ser más que un “bobalicón”, pero hay que pararse a pensar en las capacidades que tiene. En primer lugar, es capaz de realizar encantamientos sin ningún tipo de preparación. Los que ayudaron a Dagna a salir de Orzammar para estudiar en el círculo y la volvieron a ver en DAI, saben que para poder hacer encantamientos, un enano necesita mucho estudio. Además, en Dragon Age 2 es capaz de cargarse a un ogro él solito saliendo indemne y, por último, en este juego, hace cierto comentario… bastante profético, os dejo el vídeo para que lo veáis vosotros mismos:

Además, dice ver a una mujer vieja con una risa terrorífica –algunos dicen que Mythal, aunque también podría ser el alma del dios que podría llevar dentro–. Decididamente, Sandal es especial, mucho más de lo que parece, y me ha resultado curioso que no haya aparecido en Dragon Age Inquisition, –exceptuando una pequeña aparición en una misión… “irreal”, cuando se supone que debería estar con la emperatriz Celene–. ¿Decidieron prescindir de él y de Bodhan a favor de Dagna y los demás comerciantes o es más bien una ausencia elocuente? Y, por supuesto, no olvidemos que BioWare no es de las que ponen cosas porque sí. Pero bueno, ya tenemos localizadas tres almas-llaves… ¿Dónde está la siguiente? Para aquellos a los que el personaje no les caiga especialmente bien y hayan prescindido de llevarlo en el grupo, puede que se lleven una sorpresa, los que hayan ido acompañados de esta pícara de manera habitual puede que no tanto. Sí, estoy hablando de Sera, nuestra querida elfa arquera en Dragon Age Inquisition.

Hay algo en Sera, algo que la hace especial, algo que la conecta con el velo y con la magia. En una de las conversaciones con Cole, nuestro querido espíritu capaz de leer dentro de los demás y descubrir aquello que les hiere, le dice que hay “canciones” en su interior esperando a ser escuchadas… ¿algo parecido a las voces que Kieran escucha? Pero no solo eso, sino que este personaje comenta que da igual cómo se coloque, las orejas de Sera siempre apuntan hacia el Velo, además de otras conversaciones bastante crípticas. Cole no es el único que “ve” algo especial en Sera, Solas/Fen’Harel también lo hace, y sabiendo quién es en realidad, podemos aceptar sin ninguna duda que ALGO de verdad, pasa con esta elfa. Por ejemplo, con este diálogo:

Solas: What color is the sky, Sera?

Sera: Hang on.

Solas: It is an earnest question. What color is the sky when you look at it?

Sera: You know, blue mostly. Except for the Breachy bits.

Solas: And when you looked past the Breach? As perhaps you were drawn to do?

Sera: Greenish? Then clear a long ways, and kind of…felt like falling. Ugh! Makes my head hurt. You make my head hurt.

Solas: We are not so far apart, you and I.

Sera: We will be.

¿No tan distinta de Solas, es decir, de Fen’Harel? Es más, en otro momento, cuando le dice Ar duthenas Elgar’arla masula eva venahn –cuya traducción no he encontrado completa– y Sera se burla de ello, Solas menciona “nuestra gente” ¿qué gente, si él no se considera parte de los elfos dalishanos y Sera los desprecia? Y continuando con los diálogos entre estos dos personajes, Solas pregunta a Sera cómo se siente y ella explica que es como si ese momento ya lo hubiera vivido, exactamente y que se siente diferente. Y entonces, Solas contesta “eres diferente, pero eres lo más alejado de lo que deberías haber sido”. Además, si la llevas como compañera en la misión “Aquí yace el abismo”, se pone algo histérica en la parte en la que visitas el Velo.

Aquí tenemos un montón de material que indica que Sera es diferente, que hay algo especial en ella. ¿Un espíritu cualquiera atrapado dentro de ella? ¿O algo más? La teoría de las llaves de los Eluvians dice que ella contiene la correspondiente a Andruil, de ahí su magnífico control del arco sin haber necesitado entrenamiento. Pero podríamos ir más allá, y decir que Sera es, en realidad, Andruil, igual que Solas es Fen’Harel y Flemeth es Mythal. Y si no, mirad esta imagen:

Así que tenemos cuatro almas de dioses de cinco, aún falta uno por descubrir, pero no he investigado lo suficiente la historia de Thedas. Además, solo hay dos coincidencias claras con la muerte de un dragón, la de Andraste y la de Kieran, pero falta saber de dónde salieron las correspondientes a Sera y Sandal. Así que hay otra teoría de la que quería hablaros, que me planteó mi amiga Clau (cuyo blog puedes leer aquí, aunque lo tiene un poco abandonado). A lo largo de Dragon Age solo hay dos magos cambiaformas, Flemeth, que puede transformarse en un dragón, y Morrigan, que también puede convertirse en esta bestia si ha bebido del Pozo de las penas. Y no hay más. De esto podemos extraer que los dioses elfos podían transformarse en dragones, es más, en DAI se deja caer que en realidad eran magos muy poderosos que fueron erróneamente confundidos con dioses, así que, ¿por qué no pensar que Fen’Harel los encerró en su forma de dragón y los condenó a quedarse bajo tierra por el resto del tiempo? Por eso se incitó a los meases a entrar en la Ciudad Dorada, por eso la Ruina busca a los archidemonios. Una vez destruida su forma física corrupta regresarían al Velo y después poseerían un cuerpo dispuesto a aceptarlos, como en el caso de Mythal. Esto incluso explicaría por qué hay uno que desconocemos su localización, puede que siga en el Velo.

Sin embargo, aún queda un cabo muy importante por atar: las intenciones de Solas. Fen’Harel siempre ha querido ayudar a su pueblo, por eso encerró a los dioses elfos, por eso ayudó a Andraste a liberarlos de la esclavitud –gracias a lo cual obtuvieron Halamsirall– y ahora ha regresado, ha despertado de nuevo de un largo sueño y ha visto que los elfos se han dividido en pequeñas tribus nómadas que, supuestamente, respetan las antiguas tradiciones, y otros que han abandonado al Pueblo y viven hacinados en las elferías, como lo más bajo de la sociedad. Dio su orbe –llamado orbe de destrucción– a Corifeus para que desatara su poder, dado que él se encontraba demasiado débil para hacerlo. Se suponía que “esto no tenía que haber terminado así”. ¿Entonces cómo? ¿En lugar de abrir una brecha en el cielo debería haber abierto el lugar donde se encuentran atrapados los antiguos dioses? La brecha abierta en el cielo y que conecta con el Velo me hace pensar en la misión que he mencionado antes “Aquí yace el abismo”. Ya hemos visto que BioWare no pone títulos al azar, así que pensemos una cosa: el abismo es donde se encuentran encerrados los dioses olvidados, así que, ¿podríamos suponer que están atrapados en el velo? ¿Podrían, incluso, haberse escapado sin que lo supiéramos?

Por último, detengámonos un poco en la escena post-créditos. En ella vemos a Flemeth transfiriendo algo a un Eluvian. Algunos dicen que es el suyo, pero, si os fijáis en la imagen que hay encima del párrafo, podéis ver cómo un lobo y un dragón, Fen’Harel y Flemeth, que han sido amigos muy cercanos, lo custodian. ¿Podrían ser ese el eluvian que permite el acceso al lugar donde se encuentran encerrados los siete dioses? ¿Y qué es lo que transfiere? Bien, en el código del juego, que han descubierto algunos jugadores –podéis verlo parcialmente en la imagen que tenéis debajo– se explica que Flemeth/Mythal sabía que Fen’Harel la traicionaría para conseguir su poder porque nada podrá detenerlo en su misión por conseguir ayudar a su pueblo.

Ya hemos visto que Flemeth puede salvarse y estar en dos lugares a la vez haciendo algo igual a los Horrocruxes de Voldemort: escondiendo una parte de su alma en un objeto, como el colgante que entrega a Hawke al principio de Dragon Age 2. No sería descabellado pensar que ha hecho lo mismo con ese misterioso Eluvian a la espera, quizá, de que Morrigan entre en razón y comience a buscarlo. No debemos olvidar que Yavanna, una de las hermanas de Morrigan, le explica a Alistair en El santuario silencioso que la intención de Flemeth no debe interpretarse como una posesión, sino como un regalo: le entregaría a Morrigan la parte de su alma que corresponde a Mythal. Pero podría no ser esto lo que haya ocultado en el espejo, podría haber asumido que debía sacrificarse y aceptar entregar su poder a Solas… pero no el alma del viejo dios que extrae de Kieran cuando se reúnen, él, Flemeth y Morrigan, en el Velo. Podría haberlo transferido ahí para protegerlo de Fen’Harel… o bien ser de verdad una de las llaves que abren el espejo.

Pero hay muchas incógnitas aún por resolver, muchas cosas que no terminan de encajar del todo en estas teorías. Por ejemplo: si Fen’Harel quiere liberar a los dioses y las llaves para ello se encuentran en los archidemonios, ¿por qué se enfada tanto cuando se descubre el plan de los Guardas Grises para acabar para siempre con las Ruinas? Si Sera es de verdad Andruil, ¿entonces se han liberado solos los dioses elfos, unos pocos o no todos quedaron encerrados? ¿Y por qué Solas no reacciona más que haciendo comentarios deliberados a Sera sobre su “poder”?

Aunque ninguna de estas teorías resulte ser cierta, todo lo que se ha ido dejando caer indica una cosa: el próximo Dragon Age tiene muchas papeletas de tratar una rebelión de los elfos y la liberación de sus dioses.

Las teorías que aquí has leído no son de mi invención: he investigado por internet y completado algunas de las que he encontrado para una mejor contextualización y/o argumentación.

 

• Teorías y secretos de Dragon Age Inquisition [Parte II]
• Teorías y secretos de Dragon Age Inquisition [Parte III]